Sí, cuarenta y cinco millones somos los que vivimos en la península Ibérica,... en España, en la tierra de conejos, que es como antiguamente nos llamaban los romanos.
Cuarenta y cinco millones de personas que crecen, se ilusionan y construyen su futuro en este país, identificados con las montañas, con sus costas y sus ríos, razones suficientes para que entre todos pleguemos alas y nos tomemos más en serio la nación en estos tiempos que corren.
Los grandes países se organizan,... y el primer esfuerzo es para que la gente tenga su trabajo,... porque cuando escasea, aparece el drama en las familias,... pierden su referencia existencial y la ilusión por las cosas.
Si la situación nos supera no nos podemos permitir ciertas libertades,... si no encontramos soluciones para crear empleo, tendremos que prescindir de ciertos derroches que nos vendrían bien para formar al personal y ayudar a las empresas serias.
Hoy, tenemos a una juventud prometedora con un futuro bastante incierto,... una generación diezmada por las circunstancias económicas, que no tenemos que abandonar.
España, es un país rico, la décima potencia económica, El estado ingresa mucho dinero, que bien gestionado, solucionaría la mayoría de los problemas,... sobre todo el de la supervivencia, sagrada para cualquier persona que se precie.
Rinconetes y Cortadillos modernos afloran por todos los lugares. Abundan los negocios obscuros sin declarar. rompiendo el principio de solidaridad y extorsión al estado.
Tenemos un sistema político-administrativo muy moderno, pero muy caro, La cantidad de gobiernos regionales nos supone un gasto ingente. Cuesta mucho montar un parlamento con su gobernanza,... consejeros,... asesores,... coches oficiales,... defensor del pueblo,... con peligro añadido de gastar sin criterio, poniendo en apuros al estado central económico,... demasiadas manos en la gestión.
En Europa, dicen que no nos tomamos nuestro país en serio, que tenemos muchas administraciones y excesivo gasto protocolario con banderas de muchos colores,... que eso está bien, pero que conlleva peligro de gasto excesivo.
Las empresas públicas, que normalmente no son rentables, son el refugio de personal de los distintos grupos políticos para contentar al staff que demuestra en qué malgastamos el dinero público.
El tiempo nos juzgará por haber gastado el dinero en obras faraónicas sin ningún sentido.
No interesa tener las autonomías modernas y bien parecidas, si el coste de mantenimiento es excesivo. Nos parecemos a estos países que tienen palacios de mil y una noches, y el pueblo muerto de hambre.
¡¡¡ Querida universidad, forme pensadores con criterio económico-social !!!, que den preferencia a la calidad de vida de las personas y después,... todo lo demás.
European man,... Chavierín...
Racionalizar las inversiones, templar los proyectos, ser más objetivos con las iniciativas a emprender en las distintas comunidades. En una palabra: sentido común. De acuerdo con que no puede seguir engordándose in eternum la nómina de ínclitos políticos de las administraciones periféricas. Al fín y al cabo, el dinero sale de los contribuyentes, de los trabajadores y es de ley administrarlo con corrección y no aprovecharse de ello. Un abrazo. JL
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