Escondidos en las madrigueras de la oportunidad, una parte de la sociedad española trastornada, surgió en oleadas por nuestra España cañí para reflejar los resultados electorales de las Comunidades, descubriéndose esa ciudadanía parda que en tiempos vilipendió al pueblo.
Los tertulianos de la Cadena Ser, que demuestran sensatez a la hora de opinar, estaban abochornados ante el resultado de las elecciones. El ciudadano le había dado el voto mayoritariamente a la derecha conservadora, la que no había colaborado para nada en las mejoras de la calidad de vida de la gente. En unos años duros para el gobierno por la pandemia y otros problemas puntuales, la derecha no hizo más que destruir la convivencia e ir a Europa para atacar la labor del gobierno. Los ciudadanos que vimos en la gestión del gobierno muchas mejoras, nos quedamos decepcionados y no comprendemos porqué la gente no valora los esfuerzos reales que hizo el ejecutivo.
En el programa de la Ser del lunes a las diez, mientras el tertuliano del PP estaba echando pestes del gobierno, porque se lo mandaban, Carmen Calvo del PSOE, comentaba que estaban dolidos porque los ciudadanos no habían reconocido sus esfuerzos y, Pablo Iglesias, reconocía que habían metido la pata, porque la estrategia de destrucción de la derecha les había ganado la partida.
Iglesias puso en la mesa una reflexión,... comentó, que ¿ cómo puede ser que en Madrid le vote la gente a la Ayuso y al alcalde Almeida, sin analizar conductas, cuando todos sabemos de su malísima gestión política y su maldad y los pongan en un altar ? Hizo una reflexión, " por más cosas que haga la izquierda en Madrid, que diga o denuncie, nunca conseguirán gobernar. Explicaba que en Madrid han llegado a un punto que la gente no le da importancia a la gestión, ni a la sanidad pública, ni al auxilio social,... ni a que se delinca o se aprovechen del dinero público,... no piensan, se han convertido en unos votantes zombis,... con la mente plana.
Esta forma de no pensar la ha extendido su prensa mediática en exabruptos y difamaciones haciendo que esta enfermedad también se expanda por España. Así se entiende que gane un impresentable en Aragón, como el Azcón, que está en entredicho, cuando el presidente Lambán lo estaba haciendo bien, o que en Valencia olviden pronto a los delincuentes del PP en esa comunidad quitándole el poder a Ximo Puig que también gestionaba bien. Esa enfermedad se extendió por más rincones de España. Siguen a ese extraño desdén banal que no da valor a la conducta humana ni a la reflexión.
El votante zombi del PP está atacando a la Democracia y está dejando sin valor este sistema político. Son una secta que está haciendo mucho daño al país. En esta legislatura se les ha consentido todo, los insultos, la insurrección de los jueces, la de la Ayuso, el perdón al Rey, la colocación de las banderas en las plazas,... la izquierda tiene que ponerse seria para afirmar su autoridad, de una puñetera vez, en este país.
La izquierda y la gente sensata tienen que buscar la forma de hacer frente a esta enfermedad, porque con ellos se nos va el futuro del país.
Con respeto ....
Chavierín.
