Todas las mañanas paso cerca del mismo edificio, metálico,... de color plata,... moderno, como los que se hacen ahora, con grandes ventanales de líneas rectas y un extenso recibidor lleno de coches.
Hay movimiento de personas y, entre medio, algún que otro coche oficial.
Es todo oficial, bien organizado, con sala de exposiciones y con su gigantesca antena.
Estoy hablando del edificio de la T.V. y radio Aragonesa, autonómica. Todo esto preparado para atender al millón trescientos mil aragoneses. Funcionan como una TV privada de tirada nacional, con sus magazines, con invitados, sus películas de nivel, sus retransmisiones desde el extranjero e informativos de lujo,
,... me pregunto ....
¿Para qué queremos tanta TV aragonesa con los habitantes que somos?.
Cierto que lo hacen bien, pero no nos tenemos que compararnos con las TV privadas, sobran los magazines y los contenidos que manejan las nacionales, retransmisiones que resultan carísimas y que no nos sirven para demostrar que aquí estamos.
Una televisión autonómica tiene que servir para ver imágenes de lo que pasa en el lugar, nos visiten, conozcamos la tierra, sus gentes, los problemas,... la empleemos para crear riqueza con publicidades, nos promocionemos y nos dé validez. Es un servicio público para cada comunidad,... de lo demás, se tienen que encargar las TV privadas y las generalistas.
Toda esta rimbombancia supone mucho dinero; con una TV sencilla que cumpla sus cometidos de manera eficaz, nos conformamos; para ¿ qué queremos dos canales, dos emisoras de radio, centro de innovación, e.t.c, e.tc.?
El político nunca ha sido buen empresario, no suele ser riguroso con las cuentas, y cuando crea algún centro para crear riqueza pronto los convierte en juguetes rotos,... no lo han sabido gestionar.
La TV aragonesa empezó con 45 millones de euros de presupuesto, a los cinco años lo hemos duplicado.
Se nos va el dinero en cosas que no necesitamos, dinero que sería necesario para otros cometidos y máxime, hoy, que tenemos que presentar las cuentas.
Esto no es Hollywood,... y no nos hace falta un centro de producción de alto standing,
Esto es lo que observo.
Con afecto Chavierín.
,... me pregunto ....
¿Para qué queremos tanta TV aragonesa con los habitantes que somos?.
Cierto que lo hacen bien, pero no nos tenemos que compararnos con las TV privadas, sobran los magazines y los contenidos que manejan las nacionales, retransmisiones que resultan carísimas y que no nos sirven para demostrar que aquí estamos.
Una televisión autonómica tiene que servir para ver imágenes de lo que pasa en el lugar, nos visiten, conozcamos la tierra, sus gentes, los problemas,... la empleemos para crear riqueza con publicidades, nos promocionemos y nos dé validez. Es un servicio público para cada comunidad,... de lo demás, se tienen que encargar las TV privadas y las generalistas.
Toda esta rimbombancia supone mucho dinero; con una TV sencilla que cumpla sus cometidos de manera eficaz, nos conformamos; para ¿ qué queremos dos canales, dos emisoras de radio, centro de innovación, e.t.c, e.tc.?
El político nunca ha sido buen empresario, no suele ser riguroso con las cuentas, y cuando crea algún centro para crear riqueza pronto los convierte en juguetes rotos,... no lo han sabido gestionar.
La TV aragonesa empezó con 45 millones de euros de presupuesto, a los cinco años lo hemos duplicado.
Se nos va el dinero en cosas que no necesitamos, dinero que sería necesario para otros cometidos y máxime, hoy, que tenemos que presentar las cuentas.
Esto no es Hollywood,... y no nos hace falta un centro de producción de alto standing,
Esto es lo que observo.
Con afecto Chavierín.
La clave de una buena gobernación es la distribución justa y equitativa del dinero público en función de las prioridades de la población. Como tú muy bien dices, en muchas ocasiones nuestros próceres pierden de vista el necesario juicio justo y equilibrado y se rigen por parámetros muchas veces inconfesables a la hora de asignar fondos a tal o cual partida. ¡Qué pena que no se haya diseñado todavía una fórmula para que los ciudadanos supervisen y puedan al menos opinar sobre las bondades -o maldades- de tal o cual iniciativa o genialidad del político de turno! En teoría ahora sería posible con el uso sensato de las redes sociales. Pero me parece que no hay un gran interés por parte de nuestros dirigentes para la utilización de esas heramientas como un medio de profundizar en la democracia. En fin, todo llegará y seguro que en un futuro no muy lejano se establecen estos mecanismos que harán palidecer -o sonrojarse- a más de uno al comprobar la opinión de la población sobre alguna de sus genialidades.
ResponderEliminarUn abrazo. Feliz Semana Santa. Este año tampoco me apunto a sacar a Pilatos....