miércoles, 21 de diciembre de 2011

LA SABIDURIA DE LOS RECUERDOS,....en Uncastillo

Acabo de llegar y aquí me encuentro,... silencioso, sentado en esa mesa redonda de mármol,... mesa de estudio y práctica del juego del dominó, acompañado de mi cuaderno de notas y mi pluma auxiliadora,
Es mi punto de observación del local, rodeado de humo y de gentes  que disfrutan del café y del juego de guiñote.
A mesa de a cuatro, de color verdoso, con observadores, y con las farias humeantes de los cafetines valle-inclanescos de la España de después de una guerra.
Estampas vistas en blanco y negro y acompañadas de una televisión rechoncha que predica halos de modernidad, retransmitiendo partidos del Elche y del Sabadell.

 Calor trasmitía ese local,... el casino, en esa fecha del venticuatro de diciembre, víspera de la Navidad, con adornos dorados en los cristalillos de sus ventanas.

     Vuelvo al presente y recuerdo con cariño ese ínclito local, su cercanía, de cuando era un pequeñín, acompañado siempre de mi padre,.. sentado con mi refresco de Kas viendo la eterna televisión, novedosa en aquel entonces y la famosa mesa de billar con sus marcadores dorados.
Saludos y mimos por parte de los amigos de mi padre y el retorno a casa porque era ya la hora de preparar la cena de Navidad.

     Abrigo y bufanda para bajar del local y breves caricias al tubo de la calefacción de las escaleras que desprendía sopor en abundancia.

     Con cuidado, y de la mano, por los hielos de la noche, atravesé la plaza del Ordinario, para enseguida atisbar la plaza que nos maravillaba con las luces de Eleuterio y con los perfumes del obrador  de mi tio Valentín.
 
     Llegada a la cocina y ahí estábamos todos, los de siempre, los que un día estuvieron allí,... los amores de una familia celebrando la Navidad, como una fiesta especial que enternecía,... muy nuestra y muy de mi pueblo.

     Fechas cargadas de recuerdos, donde la infancia marca los principios de la existencia, por la felicidad suma y porque, por suerte, no conocimos las tristezas.
 
     Hoy la plaza notará muchas ausencias, los habitantes de aquellos años ya no están,... pero viven continuamente en el recuerdo por el cariño que nos dejaron.

     Año 2011, y por ende de la ocurrencia, hoy lucen en la plaza unos enormes floreros como homenaje a sus gentes y los buenos tiempos pasados.

Todos tienen sus flores. FELIZ NAVIDAD.

Chavierín.

2 comentarios:

  1. COMO ME GUSTA QUE PLASMES TUS RECUERDOS EN ESTE BLOG Y TENER LA OPORTUNIDAD DE CONOCERTE UN POCO MAS, SE DE TU SENSIBILIDAD Y TERNURA PERO VERLO ESCRITO ME EMOCIONA,TAMBIEN ME HACES RECORDARLO A MI TUVIMOS UNA INFANCIA FELIZ CON MUCHO CARIÑO POR NUESTROS PADRES Y FAMILIA Y ESO PERMANECE SIEMPRE EN NUESTRO CORAZON Y NOS HACE SER MEJORES.
    FELICES NAVIDADES A LOS ANGELICOS DEL ACTUR.
    BESOS FAMILIA SANZ CAY

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  2. Ahhh qué recuerdos tan agradables nos traen las navidades... Ir a buscar el musgo, poner el belén, el vino cocido, los villancicos, cantar en la misa de gallo, los quesitos de Ángel Pérez, deslizarnos por los pozos helados de los barrancos... Y por supuesto, la nota exótica del calorcillo que despedía el conducto de la calefacción del casino y otras muchas experiencias que también relatas en tu artículo. Como siempre, Javier, has ido al meollo de los sentimientos, de la sensibilidad, de las notas más emotivas de nuestra infancia. Un abrazo. De nuevo FELICES NAVIDADES Y PRÓSPERO AÑO NUEVO. Y sobre todo SALUD Y FELICIDAD.

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