Sin encomendarse a nadie hacen lo que les viene en gana y no tienen perjuicios en destruir una institución tan nuestra como la sanidad, ejemplo claro de lo que algunos indecentes españoles son capaces de hacer,... y, mientras, los ciudadanos del viejo Madrid observando impasibles.
Entramos en el mundo de los lobis sanitarios.
Desde sus túneles descarnados de decencia quieren controlar todo y nos enseñan la casta y el tipo de moneda que aceptan.
Se mueven muy bien cuando la ciudadanía les deja actuar y no les levanta la voz, pero cuando se descubren las maniobras por algún "político-sanitario " para privatizar ciertos centros, todas las gárgolas del país rugen indignadas y nos señalan el camino a seguir,... ¡¡¡ que devuelvan lo privatizado a su lugar de origen y que los causantes sean juzgados ante un tribunal popular !!!.
¿ Porqué hay ciertos colectivos empeñados en destruir todo lo bueno que tiene un país ?
¿ Son ciudadanos especiales del estado español o los demás somos poca cosa, sin patria ni condición ?
¿Porqué les importa tan poco el bienestar de sus paisanos ?
Sin darnos cuenta se nos va algo muy grande,... los cuidados médicos que tenemos, el mimo y la atención.
Quizá la ciudadanía por la educación recibida o por el miedo a darse a entender, hacen que estas personas campen a sus anchas riéndose de las personas de bien.
Empresas y políticos con intereses creados circulan manoseando el patrimonio de todos, violentando en cierta manera la convivencia y la calidad de vida.
Nos ofrecen costes baratos, sin demostrar, y el ciudadano recibe, baja atención, trato rápido y a la primera complicación,... medicalizar por dinero siempre ha sido un negocio.
EL ALMA TAMBIEN NECESITA MIMOS, CUIDADOS Y MUCHO CRITERIO.
No quiero volver a las clase de espíritu nacional, sólo quiero retornar al final feliz de las historias, a olvidar los mundos obscuros de la especulación, y a reforzar el alma de estas personas que no se merecen hacer prácticas en este país.
Con respeto....
Chavierín.
Yo que he estado, últimamente, en contacto con la sanidad pública, digo y afirmo que es un logro social que no debe ser trasferido al mundo privado. Aquí no deberían entrar los llamados criterios de eficacia económica sino el sentido común y el cuidado de los pacientes enfermos que lo necesitan. Así que, de acuerdo con vd. D. Javier. ¡Mantengamos los logros conseguidos con tanto sacrificio! ¡No nos dejemos avasallar por el mundo neoliberal y sus políticas inhumanas!
ResponderEliminarUn abrazo. José Luis