viernes, 17 de agosto de 2018

SUTILEZAS EN UNCASTIELLO

          Quizá la serenidad que transmitía aquel cable de la luz dé pie para recordar historias de complicidad entre el lucano venido de las nieves y la dama cautiva en el jaula de ese balcón; el pajarillo valiente,... cuando el olvido no hacía mella en él, y todos los inviernos volvía a visitar a su amor camino de las tierras del sur. Venía con anilla de príncipe en sus patas, de renombre, para impresionarla y cantarle una canción. 
     Sutiles escenas en el balcón de la casa, "Donde los recuerdos duermen ", un versículo más  que completaba los tiempos de rosas y vida en ese rincón. 
    ¡ Tranquilo, Reidar, a tu dama la cuidamos bien, vete sin miedo por los espacios de los vientos y sé feliz !,... decía la buena señora
     ..... la lucana bonita.... lloraría su ausencia....

     Quizá porque el asueto y la tranquilidad estos días está asequible, coja el capazo y compre sutilezas a buen precio para poder recordar y saborear más historias de complicidad. 
     Y presto podría tomar las alas de Leonardo y sobrevolar aquellos momentos de altura y hombros encogidos, como cuando miraba el poblado desde las almenas del castillo, de poder e impresión,... o como cuando subía a las torres de las iglesias en clases prestas de llamada a la oración; en cierta manera, éramos pajarillos que habían aprendido a observar el mundo desde las alturas acostumbrados a las escaleras de caracol que nos acercaban al cielo,...¡ jodo petaca !.... Con esa peculiaridad nos criamos los unicastrenses,... la primera clase de escalada la recibimos con la escalera de coger las cerezas en el árbol, y,... ¡ mira a donde hemos llegado señor Roland !, a lo alto de la torre del castillo mirando a la inmensidad,... ¡ aunque nos tiemblen las piernas !....
     .... los reyes del mundo....

     Y entre la capaciera y el asombro, relato otras historias dibujadas en piedra con empeño y pulcritud, arte inmenso por esa locura de atelier de amor a los santos, todos tenían sus recintos de adoración gravados en las paredes de la admiración; de ahí nacen las volanderas de pararte a observar las maravillas que hicieron nuestros antecesores con la escuadra y el lápiz en la oreja,... la suerte de haber nacido en un jardín rodeado de arte y sensibilidad,... quizá para que lo cuidemos.... 
      ..... " Y cuando mostraba el capitel a los visitantes, su mano lo acariciaba con suavidad, como queriendo proteger el tesoro que alguien esculpió ".... ¡ somos hijos de la delicadeza !,... y de la complicidad....
      ..... cientos de relieves dibujaron en los templos....

     "Y compraban perfumes en los alambicarios del río, en caldera fina de manantial, de gota a gota, extraída de la flor lavandera que vivía en las montañas,... en frasquicos pequeños con tapón de corcho que llevaban en el zurrón ".... el mundo moderno....
     Y "sabaneras de aire nacidas del rastrojo húmedo, envolvían el devenir diario de las brisas, aderezado con plantas de tomillo y manzanillas de color, perfumes que impregnaban con disciplina los andares de las albarcas de los caminos ",.... esas esencias respiraban los hijos de la hidalguía,... entre campos de trigo y hierbabuena de los montes.
     .... regalo de la naturaleza....

     ..... y cierro el tintero....

     Un planterico bueno, tenía el escribidor, de momentos para sentir y hablar,... del amor,... la libertad,... el aprecio,... y de los aromas que vienen de nuestros campos,... con esas delicadezas nos criamos en Uncastillo.

     ¡ Soleee, sube, que ya está otra vez el lucano en el cable de la luz !,...

     ¡ No se quiere ir ! 

     Chavierín

     

      

     

     

         

     

     

4 comentarios:

  1. ¡Te ha quedado bordado! Un bello panegírico escrito con arte y delicadeza... y con tu personalísimo estilo lo llevas a lo más alto de la sensibilidad y la remembranza.

    Me ha encantado el artículo, Javier. Ya voy por el tercer repaso.
    Un abrazo. José Luis

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    1. Gracias, José Luis, por tus palabras, un abrazo.

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  2. Anoche volvíamos a casa después de una cena charrada en la calle Horno Nuevo; al ir a bajar las escaleras de casa Cortés, me volví para quedarme un rato más mirando la portada de santa María, prestando atención a los detalles, a esas "historias dibujadas en piedra"; junto a ellas nacimos y jugamos y crecimos...y aún viviendo lejos siempre nos habitan. Son parte de nuestra esencia. Un regalo. Y abrir el ordenador, ya en casa, y encontrar tu artículo, otro regalo. Gracias. Desde Leganés un abrazo

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    1. Gracias , Nines, el lugar donde nacimos y crecimos, guarda muchos bolsicos de recuerdos.Un beso.

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