"Alguien dice que nos tenemos que marchar, que no merecemos vivir en este planeta,... nos habíamos apropiado de él,... no lo supimos respetar "
... lo violentamos...
Había que emplear el ingenio para fabricar artilugios para complacer a la modernidad, éramos demasiados para alimentar,... algo teníamos que hacer, aunque eso, no justifique nada.
Allá por el año del Descubrimiento de América íbamos de la mano con los seres del planeta, estábamos en igualdad de condiciones, sobrevivíamos de manera natural, con el aire limpio de los mares y montañas,... sin apenas agresión, lo justo para pescar con barcos de madera y con animales de tracción para sembrar los campos. El aire, los mares y la floresta tomaban parte en todos los altares de acción de gracias a la natura.
.... pero con el paso de los años...
Esa inteligencia que nos diferencia de vosotros, fue la que os dejó en el abandono,... no supimos estar a la altura.
Nos convertimos en inventores y alquimistas y llenamos el mundo de chimeneas infernales que llenaron el cielo de gas y colores grises.
Deterioramos el planeta,... lo volvimos triste, de reformatorio, y cuando nos tenemos que quedar en las casas porque la naturaleza se enfada, nos decís a la cara, con razón, que esto se veía venir,... y como castigo, inundáis las calles y los bulevares de la ciudad, igual que los antiguos conquistadores,... estáis en vuestro derecho.
Y nos indicáis cómo tenemos que vivir, sin contaminación, restaurando la capa de ozono, para no tener problemas de respiración, y con la fauna y la flora, cumpliendo su misión,... ¡ Qué razón tenéis !
En estas semanas de reclusión, el silencio nos ha invadido, estamos de retiro emocional, de reflexión,... quizá para sacarle algún significado a la vida y a la fragilidad humana.
El retiro largo, queramos o no, algo nos ha amansado,... comprendemos con sorpresa el éxodo y la invasión de los animales del campo a la gran ciudad,... y los vemos con envidia, ellos disfrutan de la libertad y nosotros no,... los estábamos asustando.
Aguantamos el encierro como castigo, por haber violentado en algún punto la cadena biológica de la naturaleza,... alguna vez tenía que responder.
¡Cuando acabe todo esto, no sé qué camino tomaremos, el de Ajatón o el de Picanido,... uno de los dos !,... ¡Aún no ha pasado el pregonero, o qué !
¡ Qué se yo !,... ¡ No lo tienen claro !
Chavierín.
No se yo si de las reflexiones del confinamiento saldrá algo en limpio para mejorar la situación. Nos encontraremos en un dilema porque las sociedades modernas se han construido en base al hiperconsumismo. Además de la "desescalada" sanitaria, igual hay que hacer otras desescaladas:
ResponderEliminar- Desescalar las riquezas exageradas
- Desescalar el consumo frenético y los viajes de placer a lo largo y ancho del mundo.
- Desescalar los agravios entre naciones
- Y desescalar, en fin, el tono recriminatorio en la relación de los partidos políticos.
Buen artículo, Javier. Me ha gustado mucho el enfoque. Personal, como siempre.
Y también la retranca aragonesa al final. ¡Hay que desescalar asimismo la seriedad que se quiere apoderar de nosotros estos días!
Un abrazo
JL