¡¡ Tiempos aquellos de la niñez !! en el pueblo con la obligación debida en el colegio,... en las escuelas, con los maestros..., con las aventuras de las cabañas,... en la Medina,... en la arbolera de la villa, la pesca de las madrillas en el río Riguel, la caza de baucinos en el castillo,... los tiempos de monaguillo en las iglesias medievales,... la disciplina,... el respeto a los mayores,... al profesor,... el cine del domingo a las tres con el Nodo en blanco y negro,... informador e inocencia mezclada,... La vitalidad de esos momentos, principios felices de vida con tu familia y los amigos de siempre, ajenos todos, a las historias dolorosas que ocurrieron en el lugar cuando la guerra.
Era la imposición paterna del silencio para que creciéramos felices y lejos del poso de tristeza que quedó en la convivencia de Uncastillo.
Pasan los tiempos, y en tu casa con el roce diario, te van contando historias sobre lo ocurrido de venganzas, muertes e ideologías.
Después de todo esto aprendes a sacar conclusiones y a denostar la injusticia,... el sufrimiento,... el llanto,... la desesperación, no dando pábulo al "orden y mando " y sí en creer en la bondad de las personas para intentar convivir y alcanzar objetivos juntos.
Te vas haciendo mayor, juntas las piezas, y comprendes lo que ocurrió,... ante la pobreza, disciplina,... primero, la propiedad privada y después la emigración, porque allí, sólo había pan para unos cuantos. Te molestan las reverencias, las esperas en el patio con el sombrero en la mano, los saludos miedosos,... ¡¡ todos en fila !!,... y la complicidad de la Ecclesia y las fuerzas públicas con las casas bien.
Este corsé que rodeaba a la población lo ves injusto y repudias estos miedos porque entiendes que nadie es más que nadie.
Pasan los años y te suena mal el golf de Sotogrande,... la cacería del corzo,... los vinitos en la finca, los clubs exclusivos,... las moralejas,... las fiestas privadas,... y hoy por hoy, para acabar de adornar, el control conservador de la educación, del pensamiento,... ¡¡¡ PÁNICO !!!,... quieren educar imponiendo sus puntos de vista y quieren controlar la sanidad para que la organicen los balduinos de las clínicas privadas y así especular, como siempre..., con suntuosidad y pocos medios tecnológicos.
Socialmente siempre se han creído los ideólogos; la derecha ramplona quiere ir a media altura, por encima de los demás, como una casta especial, con ademanes y costumbres diferentes,... es su manía persecutoria,...¡ el pueblo plebeyo inculto y nosotros a organizar los maitines con reclinatorios privados !.... ¡¡¡Cuantas historias tristes han fabricado !!!.
No tendría que haber ningún ser diferente porque todos somos ciudadanos con más o menos educación,... pero respetables, con el trocico de aire que respiramos de Gabardiella,... de Ajatón,... de los Chivales,... de,.. de,....
Los sufrimientos y las tristezas, que un día te contaron, te hacen reflexionar y producen en ti buenos deseos de convivencia.
" EL SOL QUE REINÓ SOBRE MI INFANCIA ME PRIVÓ DE TODO RESENTIMIENTO ".
Con el permiso de Albert Camus,... eso aprendí.
Chavierin.
Me sugieren tantas cosas tu artículo que este comentario se queda corto, a la fuerza, para expresar mis sentimientos al respecto.
ResponderEliminarEn primer lugar el impacto que me originó la lectura del libro "Dispuestos a intervenir en política" y los sucesos que en él se narran. Posteriores lecturas en otras fuentes como el blog de Pueyo Maistierra han ido completando un puzzle que, hasta ahora, estaba diseminado en mi mente y en mi corazón pero que, poco a poco va tomando cuerpo.
Ahora creo tener ya una visión global de muchos hechos que, en nuestra infancia permanecieron ocultos por el temor y el miedo que quedaron grabados de forma indeleble en la mente de nuestros padres y demás familiares.
Conozco el síndrome por estrés postraumático y las secuelas psicológicas que conlleva y creo que, de alguna manera nosotros también hemos sido afectados por el mismo.
Esos silencios..., esos cambios de tema, las famosas frases de "no te metas en jaleos" "ten cuidado", o los comentarios más o menos velados sobre los "potentados" del pueblo...
Algo intuía yo de niño cuando en ocasiones percibía como una atmósfera densa en determinadas situaciones...
La sensación de rabia y de impotencia que me quedó con el conocimiento preciso de lo que ocurrió en nuestro pueblo antes y durante la guerra civil sólo se va quedando atenuada al comprobar que ahora la vida se plantea de otra manera y que muchos, como nosotros se adscriben al pensamiento de que lo que pasó NUNCA MÁS debe ocurrir.
Un abrazo. Excelente artículo. José Luis