EL VALOR DE LA EDUCACION

Desde el momento que un pequeño rapaz abre los ojos comienza la gran aventura de su vida; su cerebro asimilará con expectación lo que ocurre a su alrededor, el movimiento,... los colores,... la luz,... las nanas,... más tarde,...
     El encuentro con los animales, las plantas,... el cielo,... el sol, el día, la noche. La mano que le cuida significará su escuela de niñez de atención y mimos permanentes, de soldadito andador, preparado ya para hacer el ingreso en el colegio de turno para ser un pequeño ciudadano.

    ¡¡¡  Somos muitos en este corral, diceba l´aragonés, algo habrá que facer para convivir  !!!.

     Y ciertamente, las normas mandan para saber estar y convivir, el respeto mezclado con el conocimiento de las cosas forma parte de la educación de las personas, esencial para que la sociedad cuente con jóvenes sensatos, con criterio y con capacidad para cambiar mucho las cosas.
   
     Las escuelas, institutos y universidad, son los laboratorios, las poleas de formación y remodelación de la mente, lugares donde empieza la maravillosa aventura del conocimiento,.. el manejo del lápiz,... las letras,... los números,... las amistades,... las ciencias,... el lenguaje,... los talleres de formación para ganarse el futuro, en definitiva, son los billetes para los jóvenes con inquietudes.

     Con buena intención, todo se pretende hacer conforme a la excelencia, formando a alumnos diez, esperando buenos resultados,... pero nos conformamos con que los alumnos tengan aptitudes constructivas. Si en cualquier lugar de trabajo los actores tienen conductas profesionales, todo funcionará mejor.
     Pongamos, por ejemplo, a empresarios justos y empleados colaboradores y dejemos de lado las  aptitudes mediocres. Pongamos que hemos conseguido la actitud ciudadana, de respeto, de convivencia, de empatía, de saber estar, de opinar,... para esto es importante la educación, para saber donde nos movemos, para valorar la vida, a las gentes y ser un buen ciudadano,... es la educación en valores.

     La herramienta de un país,... la educación abre caminos,... futuro,... riqueza,... esperanzas y no se puede dejar de lado, porque se puede romper la sociedad.
    Queda esperanza si los padres y profesores entienden este cometido y hacen lo posible para que los jóvenes creen país. Si tenemos profesores y padres que se implican en educar con principios de libertad individual y en la felicidad, crearemos una sociedad justa.

    En los países en desarrollo, lo primero que se hace, es construir escuelas como forma de empezar a volar. En España no hay pueblo pequeño que no tenga su maestro.

    Es muy peligroso poner trabas a la educación, a la especialización, y es muy importante, que todo el mundo tenga acceso a la mejor formación.

    Quizá aprendí estas cosas con el catón entre las manos.

   Chavierín.