Vaya cabreo que llevaban los frailes del convento de la colina, tenían que cumplir órdenes y abandonar el lugar de las ofrendas y cánticos de siglos. Las campanas no iban a sonar más, porque sus tierras habían sido confiscadas, para dárselas al mejor postor, al de los bolsillos grandes, a los latifundistas de escudo en la puerta,... y para los gentiles del saco de arpillera en el hombro, el oír ver y callar.
Historias de otros tiempos, de dibujo y calcomanías, que desgraciadamente, se repiten en la España cañí.
Cuando a los gobernantes de turno les falta tacto y formación emprenden actuaciones sin apenas reflexión, tomando el camino fácil de vender patrimonio para afrontar los gastos pertinentes.
Pobres nos quedamos los de las calles,... los sencillos,... el pueblo, porque, al final, las golosinas se las llevan los mismos bolsillos, empresarios parecidos a los compradores de las tierras de los conventos de la época de Mendizábal.
¡¡¡ El que vende acaba !!!, dice el verbo de la calle,... ¡¡¡ ten algo para poder aparentar y para ir por la vida con la cabeza alta !!!.
Es de lógica el entender, que lo privado crea riqueza, que es un gran motor de la economía, mundos de esfuerzo privados y respetables, pero querer vender empresas rentables del patrimonio nacional para la iniciativa privada suena como eso de " pan para hoy y hambre para mañana ", perdiendo el pueblo el control de lo nuestro, de algo que era de todos y que nos hacía diferentes.
Ahora nos encontramos con ideas desamortizadoras encubiertas, quieren dar el control de la sanidad y la educación a manos privadas, como panacea, que servirían para darnos la medicina justa y la educación doctrinal justa, tapando de paso, el negocio que supone facturar al estado " los servicios prestados ", y,... la atención, ya se sabe,... como mera obligación.
Estos últimos años hemos visto ventas de empresas del patrimonio nacional, Eléctricas,... Telefónica,... Petroleras,.. etc. etc., esperando con eso, recaudar el dinero puntual y ver el descenso de los precios por competencia, pero todo ha sido pantomimas y pacto entre ellos.
En esta tesitura vivimos, con engaños, con abusos de cobro, con lo nuestro dilapidado y con una justicia que les permite estos juegos.
Se dice por los lugares, que una cosa que teníamos bien hecha desde los tiempos obscuros de la posguerra, los ínclitos mandamases la quieren destruir, y es que la vena de ser diferente de la derechona, no concibe que el pueblo sea feliz y tenga su patrimonio.
Chavierín.
Y lo peor del tema es que cuando una empresa (léase un banco) privado, se hunde hasta las cejas por la mala gestión de sus directivos, entonces, con dinero de todos se nos dice que se va a reflotar y vender de nuevo para recuperar el dinero ¡Eso está por ver! ¿Y si luego la operación también falla y la pérdida es doble?
ResponderEliminarSe nos ríen en la cara. Se están partiendo de risa porque los de a pie no nos canteamos. Y cada vez se crecen más al interpretar que el "vulgo" aguanta lo que le echen. Hasta que la cosa explote o hasta que los echemos en las siguientes elecciones. A los de un color y otro. Hay que traer al parlamento savia nueva. Los políticos de siempre también tienen que pasar por la experiencia de quedarse en paro.
Un abrazo. José Luis