Rumbo al pueblo de Alpartir, la placidez la dibujaba el paisaje,... las pajaritas de la planicie, y a lo lejos, la sierra silenciosa,... carbonera, que protege al pueblo del priorato,... el del convento,... el de la calle Obradores camino de la fuente, donde en tiempos habitaban los alfareros.
A la llegada, todo se convierte en verdor,... de montañas que recrean un Pirineo perdido en la llanura,... el oasis que se nombra en los cuentos de las Mil y una Noches,... ¡ es así !
... de fiesta vamos...
Se nota el ambiente, la churrería y las casetas de feria se dejan sentir, es el día de los patronos, San Gervasio y San Protasio, venerados, y artífices de que todo sea música y mercadillo con hablares distintos.
La fiesta acaba de empezar.
Igual que en tiempos, bajaban los aldeanos de la montaña al pueblo para festejar las fiestas, hoy, se retorna de la ciudad para participar con ellos de su fiesta anual,... el ánimo manda.
.... llegada a la morada...
En el portal de la hacienda, la llave dirige la presentación,.. ¡¡¡ tranquilos que somos nosotros !!! ,... por si acaso,... alguna mirada de vida minúscula en la oscuridad, y la apertura de la Ventanica del Cierzo que nos recibe con una suave brisa y nos recrimina por la tardanza en llegar. El pequeño visillo flota en el aire y nos trae los aromas de la huerta al interior,... todo mágico.
La paz de la morada nos muestra la tranquilidad y nos convertimos de repente, en los pobladores de los antiguos zocos de Alpartir, estás en tu casa,... Retales de la vida,... el retorno, donde el tiempo pasa con dignidad.
... y cuando llega la noche,...
La fresca nos recrea con otros momentos mágicos,... de buena conversación,.. con el canto del cuco,... y con la compañía de la torre de la iglesia.
Los recuerdos mandan,... las historias de otros tiempos fluyen en la conversación, las risas y la felicidad aparecen,...¡¡ Qué tiempos aquellos !!.
Lo que acontece en el país, también sale a colación,... los momentos tristes. Las incertidumbres de futuro, la crisis, también se deja sentir en el lugar,... pero hoy, no caben las penas, son días de fiesta y hay que cantar,... ¡¡¡ Palomica, Palomicaaa !!!
Al final, nos despedimos con el deseo de un pronto encuentro,... Estamos en casa, con buena gente, la que ha participado durante estos años en nuestra felicidad.
.... la última realidad...
La mente lleva en su mochila una buena carga de melancolía,... de buenos momentos, y de vez en cuando los esparce para que veamos, que todo lo vivido, ha merecido la pena.
LA VENTANICA DEL CIERZO, por lo que representa, por esa sensibilidad, se convierte en un icono en Alpartir,... como la vida misma.
Chavierín.
Amigo Javier: me gusta que de vez en cuando nos obsequies con estas descripciones tan vívidas y que nos traslades la emoción de alguien que se siente libre y feliz recreándose en los sencillo, lo diario, lo cotidiano. Ahí va un mensaje implícito a las generaciones que son incapaces de encontrar diversión si no es a través del consumo mercantilista. Javier, lo sencillo vende. Lo auténtico llega a los corazones de la gente, la emoción se transmite cuando se siente. Así que, de vez en cuando, además de tus acertados análisis de la realidad política obséquianos también con el relato de tus vivencias en Alpartir o en cualquier otro lugar en los que te encuentras a gusto. Un abrazo. José Luis
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