El hombre del campo preparaba con la delicadeza del silencio los enseres de comienzo y pulcritud, las escobas espartanas de carrizo estrenaban porte para iniciar la faena anual, en la era, en esa plaza de grano y regodeo, la esencia de la natura; el fruto de la espera anual y crecimiento, llegaba a su fin, mientras, con prisas, el sol implacable, rodeado del canto de la cigarra, anunciaba que la mies estaba presta para alimentar una vez más, a los hombres de la mirada al cielo.
..... lentamente, con el pañuelo acarició su rostro....
El eterno agricultor de lluvia en espera, donde todo está trenzado, donde la natura cumple con sus ciclos y entregas y quiere obsequiar por mandato divino, con sus presentes, a esos seres que le dedicaron en sus vidas esmero y atención.
..... el agricultor amantíssimo....
Y pongo esta semblanza para el consorcio y la lógica, porque todo está pensado entre la tierra y el hombre, entre los frutos y la vida, y entre todo lo que tiene que ver con la racionalidad en el mundo de las conductas; los buenos principios producen paz y sosiego y es lo que siempre han buscado los pensadores de los ágoras. No esperemos que en el congreso de San Jerónimo, como hecho puntual, la cosecha y los nutrientes que se producen fuera de la lógica, vayan a socorrer al pueblo de sus escaseces.
Y tomaré las escobas espartanas para preparar la era de mis convencimientos y barreré con esmero esa irracionalidad que quieren imponer y darla como buena, para que tengamos gobernanza de una vez.
Enzarzados están los socialistas al intentar convencer con principios de izquierdas, teniendo detrás de la espalda, los hilos de marioneta que manejan los grandes estamentos y empresas. Complicado y sin salida veo el acuerdo de gobernabilidad porque el pensamiento progresista no puede admitir imposiciones sin criterio. Al final, el que saldrá victorioso será el sr. Sánchez porque ha sido consecuente con las ideas y sinó, por la imposición,se encontrarán en el acantilado de la desaparición por romper con sus principios.
Molesta mucho ver los desfiles y despotismo acreditado en los juzgados de Madrid, reos pertenecientes al partido en el poder, el que pretende llevar al país por la buena senda sin ningún convencimiento,.... ¡ lo que nos toca aguantar !. La era no se limpió bien en su momento y eso pesa en los acuerdos. Muchos de estos señores no son dignos de estar en el gobierno, y el sr. Sánchez lo sabe, porque lo aprendió en el ágora del sentido común.
¡Mira a ver si quitas bien esas hierbas,... mocé,... siempre, todo bien limpio !
Por tradición....
Chavierín
Sí, Javier... Cuanto más mayores nos hacemos más acudimos a los esquemas aprendidos en la niñez. Volvemos a lo auténtico, a lo que nos proporciona seguridad... Y tú manejas como nadie esa suerte de parábolas, de semejanza entre la vida que conociste de niño y lo que acontece en esta acelerada sociedad actual. Tal como está el mundo es probable que muchos de tus lectores ya no sepan qué eran las escobas de carrizo (o de risca) y mucho menos lo que significaba para un niño la era (l'aira). Es igual, Javier. Quedará para siempre (espero) el relato sincero y sentido de alguien que vivió un entorno cultural tan repleto de bellas sensaciones y estupendas experiencias. Pero por si acaso, insisto en la idea que te comenté: Hay que transformar en libro físico lo que vertemos en el blog. Un abrazo señor juglar. JL
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