domingo, 8 de septiembre de 2019

EL PEDESTAL DE LAS ESTATUAS

          Por circunstancias, siéntome estos días arropado para opinar sobre el reconocimiento que la sociedad hace a sus egregios personajes con la lectura del libro de Antonio Gala, el Pedestal de las Estatuas. 
     Reyes, príncipes y demás figuras, ocupan los mejores sitios de las plazas y los parques para que el tiempo sea testigo de la importancia de su periplo.
     Así hemos crecido en los entornos cuando íbamos al parque del Batallador a ver las espadas de dominio entre la espesura. Fuentes lisonjeras rodeaban su figura entre apacible tranquilidad para dejar constancia de prosperidad en el reino de Aragón, extensible hasta Nápoles y costas del mar ,... por eso hicimos la estatua tan grande y le dimos importancia,... aunque,...
     ¡ Quizá, solo los pájaros y el palomar acudan a hacerle compañía en los días de invierno !,... la trivialidad presente,...

      ... comento...

    Bueno, sin querer escarbar, siempre tenemos que tener expuesto sobre un pedestal o en una pared, el personaje que fue dádiva y bondad con la población, el que tuvo nombre y sabiduría en el lugar y destacó en otros territorios,... ¡ Aquí nació Don Santiago Ramón y,... ! el lugar de procedencia,... la importancia del origen y la distinción,...

     .... el desenlace....

    "Yo escribir no quisiera sobre el libro de Antonio Gala, pero cometería error sino hablara de lo que el pedestal esconde ",... historias y abusos de los grandes reyes nada edificantes que apenas trascendieron a la población,... "tramas de poder que corroerían su buen nombre si justicia hubiere ",... esto fue lo que cuenta el libro,... conductas detestables de los reyes de nuestra historia.

     .... cuando la lectura viene a mano...
     
     Y de detestable conducta es el reconocer los callejeros de la Hispania, con nombres malvados de la Dictadura en sus paredes. Si el dictador está presente en su balneario, cómo vamos a cambiar el nombre de las calles,... cuando escasea la bondad.

     Y para finalizar hablaré con el obispo de Huesca y su prohibición, para que al menos a la persona que fallezca no se le prive de unas bellas palabras de reconocimiento. La elegía, el poema de duelo que le dedican sus seres queridos, tiene que tener cabida cuando se camina a la "eternidad ",.., Al pueblo llano solo le quedan, al final, las bellas palabras,... sin plazas ni rosaledas,...

      "Qué con poco que hubiere conformábase el gentil "

      Esas son las circunstancias,...

     Chavierín.

     

     

     


     

1 comentario:

  1. Qué curioso, Javier. Yo también estaba preparando un artículo sobre las estatuas y los monumentos. Desde una óptica diferente, pero complementario con el tuyo.

    Me agrada que hayas disfrutado del libro de Gala. Es una lectura que tengo pendiente. Tiene buena pinta.

    Y comparto la totalidad de tu argumentario en lo que respecta al "zoo" de estatuas que pueblan las ciudades. Su colocación nunca ha sido arbitraria. Dependiendo de las fuerzas sociales se aúpan unas o se derriban otras (acuérdate de Sadam Husein)

    Buen artículo. Justo de medida. Ponderado y sin florituras. Pero yendo al grano. Me ha gustado mucho.

    ¡Un abrazo, chavalote!

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