Cuando los paisajes y lugares poéticos crean romanza, suele ocurrir que los quieras tener en cercanía, les ofrezcas tu casa y los coloques en un lugar preferente del " cuarto de los hilos "; para eso, tomas tu caballete del oleo y los recreas, y cuando has conseguido lo que buscabas, los cuelgas en la pared para observarlos desde la silla de anea, como si estuvieras encandilado con el Mata Mua de Gauguin en el museo Thyssen de renombre.
De tanto subir a ese pequeño campo de almendros en Val del Aguila y observar las primaveras, no me quedó otro remedio que darles aposento en mi casa, su belleza me cautivó,... y aquí están "mis dos Mata Múas " de los almendros y las amapolas.
..... pero otros Mata Muas de Alpartir .... tienen envidia....
En esta vida todo es recordar y tener a mano tus lugares de estima y tradición, por eso,... "también los encontré y les di de beber ".
En casa permanece un pequeño cuadro al oleo de la "Ventanica del Cierzo " de la casa de Alpartir con su visillo al viento, que encierra cierta añoranza de costumbres de los antiguos pobladores,... bucólica...
...." la brisa que siempre acariciaba los momentos ",.... un icono....
Por ser mi lugar de visita, íntimo y apreciado, los pater me pidieron que pintara un cuadro del convento como si fuera una postal, y a fe que lo hice, y permanece en un lugar de la habitación de los sueños, rodeado de almendros y hierbas de colores, acompañado de otro cuadro de ese lugar, un rincón entrañable, la fuente de los frailes y conversación, entre juncos y agua fresca que nunca tiene fin,... ¡ Dos por uno, Fray Mauro !....
¡ Cómo no voy a rendir pleitesía a este lugar, si cuando estás ahí se para el tiempo !. Entre la paz que emana de ese lugar y los bellos paisajes que divisas, te dan ganas de recrearlo de nuevo y dar vida a los frailes.
.... también quieren participar en el escrito otros aprecios....
Aunque estas cosas no las expongas con tus pinceles, las tienes en tu aprecio, la routier del puerto y los pinos con todas sus variantes,... rocas y buitres,... ¡ Cuánta belleza en Ortigas Viejas !,... ¿ y la madre superiora ?,... la Pasadilla, lugar de inicio y encuentro con la montaña,... ¡ maravillosa !
Como soy hijo del campo y de agricultor, conservo en mi cartapacio fotográfico esas pequeñas cabañas de vida y sacrificio esparcidas por la huerta y la montaña de Alpartir,... bello reconocimiento de serenidad.
Y de gourmet,... ¡Qué no diría yo !, la mejor nuez del mundo, la que esparce por el suelo esa noguera centenaria de la Pasadilla,... sabor celestial,... y otro bocado ancestral,... las almendras de leche,... "cuando la primavera se presenta sin hacer ruido "
Y para el final guardo, lo humano y lo respetable, esas buenas personas del lugar, que pasaron por mi vida y a las que de vez en cuando nombro en mis escritos.
Estos son mis Mata Muas de Alpartir.
Hoy toca escribir sobre cosas buenas.
Chavierín.
Si es que eres un sentimental, D. Javier... Que además cuentas con el don de saber recrear los lugares que te encantan; lo cual no es poco...
ResponderEliminarBellos parajes has atrapado. Y con mucho acierto los has plasmado al óleo
Tengo para mi que cuanto más recorremos una ruta, más nuestra la hacemos y, por tanto también le añadimos algo de nosotros mismos.
¡Ah si los frailes pudieran contemplar tu obra!
A buen seguro que más de un codazo se darían cuando comentaran que uno venido de la montaña ha recreado con magnífico acierto el convento de Alpartir y sus alrededores.
Tomas como maestro a Gaugin y aciertas. Su estilo te cuadra como anillo al dedo. Los Mata Muas de Alpartir son ya una extensión de tu propia personalidad. Alegres y coloridos paisajes que reflejan una optimista visión de la vida.
¡Saludos al pintor de Algairén!
JL