miércoles, 20 de enero de 2021

LO QUE VIENE DE CUNA


           Mi padre sabía dónde encontrarme,... sentado en la pared del corral observando las cabras. Allí me refugiaba largos ratos, haciéndoles compañía. Era ducho y sabio y me conocía a todos los componentes del rebaño, las mochas, las bragadas,... había miradas y complicidad entre nosotros,... bellos momentos de infancia,... ¡tendrías que haber sido pastor, mozé !,... me decía el observador, pero ese no era mi camino,... ¡hasta el intento de ser pastor de almas fracasó!

     Así era mi vida casi desde la cuna en el campo,... Y me rodeé de los vecinos de entonces,... " las gallinas del corral y libertad entre el trigo",... "entre los perros esperando los restos del rancho",... "entre milanos de sobrevuelo en el cielo",... "entre peiras de griterío en nido del portón",... "entre ranas del pozo de sed y juncal",... "entre el grito del cuervo embaucador sobre los chopos del río",... "entre las carrascas y chiniplos que habitaban la vereda ",... Entre todos, el trigo de ondulación y pan para mañana, escribía los principios del sacrificio,... para que aprendieras el proceso y fueras paciente en la vida....

         El apego, lo que va unido a ti toda la vida... allí empezaba la función...

     La esencia del arraigo se escribe con estos principios, y los mantienes con cariño en tus recuerdos, hasta el punto de que te agrada hasta el olor a sirria del corral del rebaño. Al oír las esquilas del pastor su sonido te mece y te proyecta a ese mundo mágico de tranquilidad y sosiego,... como querías que todo fuera. Los campos de mies se convierten en tu espectáculo particular de reconocimiento cuando divisas las planicies del trigo del mundo,... todo te evoca. La carrasca fuerte,emprendedora, se presenta como un relicario en mi mente con mi padre haciendo leña en los inviernos,... para que  no pasáramos frío. Las divas, las que toman parte del portal de Belén, las gallinas del ponedor, redondean ese espíritu de agradecimiento.

     Y recuerdo el desaliento de la zorra merodeando por los guindos del pastor,... y los perfumes de los tomillos del campo,... y el crujir de las aliagas al arder,... ¡ ojo, no te pinches, mozé !,... y el aire caliente al atardecer, el del final del esfuerzo sentado en la era,... ¡ habrá que ir a encender el candil, mozé !

     El origen, el arraigo, las raíces, todo esto es el causante de que cuando te muestran un poema, una fotografía o un artículo sobre tu pueblo, se te ilumine la cara y se acentúe más tu pertenencia a ese lugar. Este año por motivos de la pandemia y el frío, sentía la necesidad de saber cómo estaban en el pueblo, si habían aguantado bien estas inclemencias y si los ánimos seguían con fuerza,... era mi deber emocional,...

     .... y ya que voy camino de Busal....

     Lo que viene de cuna, ese arraigo, esa cadencia natural a tu lugar de nacimiento, tiene que servir para mostrar y convencer a los niños de que su vida en un pueblo puede ser maravillosa,... la felicidad en un lugar pequeño, puede impregnar sus vidas.

     Reparto esta cartulina con unas ideas, que un día escribí en el blog, titulado, Pueblos vivos by Chavierín, pueblos vivos por si alguien las quiere compartir.

     Lo que viene de cuna, nunca se puede olvidar.

     Los pequeñicos llenan todo de vida.

     Chavierín.

  

1 comentario:

  1. ¡Qué bonito, Javier! ¡Precioso!

    Poco tengo que añadir a lo que con tanta armonía has dibujado. Sólo decirte que me identifico plenamente con el torrente de emociones y recuerdos tan poéticamente expresados.

    Afortunadamente los recuerdos de la infancia siempre nos acompañarán. Fuimos los últimos "dersu uzala" de Uncastillo. En los tiempos que corren pocos entenderían que nos agrade el olor a sirria. Ellos se lo han perdido.

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