Quizá sea oportuno leer el poema de Miguel Hernández, Vientos del Pueblo me llevan, para rodear de poesía el último reportaje visto de los sucesos acaecidos en Uncastillo durante la guerra. El reportaje hecho en el cementerio de Farardués, muy emotivo, nos obliga a poner unas flores de sentimiento en ese lugar de desventura,... con las imágenes y los relatos te quedas sin palabras,... porque todo lo acaecido nos pertenece, es parte de nuestra triste historia, la que no podemos olvidar....
...."vientos del pueblo me llevan y me esparcen el corazón.... "
La realidad irradió las circunstancias, grandes extensiones de tierra para pocos dueños y muchos vecinos, donde la culebra del hambre y la necesidad escribía esperanzas que aprendieron en los libros de Doña Basilia,... sí, debajo del ayuntamiento, en ese local para enseñar las letras. Las ganas de ganar el cielo y vivir con dignidad eran más grandes que el camino estrecho que te ofrecían los dueños para alcanzarlo, y por eso llegó la revolución.
.... "su pensamiento se quedó en la orilla,... en esa playa de esperanza que quedó vacía"
Y llegó el dictador y la desesperanza,... pero también llegó la indignación y las ganas de luchar porque les habían arrebatado la República, el sitio de la palabra, de forma miserable. El habla y las injusticias habían calado muy hondo en sus convencimientos,... no había derecho a lo que estaban viendo. El mundo intelectual comulgaba con esas ideas de derechos humanos y legitimidad, y los poetas romanciaron en verso la tristeza y la aversión que suponía, esa falta de libertad con las penas del castigo.
En aquellos años, ya se valoraba mucho la legitimidad, el criterio, el sentido común, la dignidad,... porque había que intentar convencer al contrario de que ese no era el camino,... pero pudieron más las detenciones que escuchar con atención. Entonces los vientos del pueblo se movían en esa dirección,... en el de la convivencia,... eran los pioneros,...
Hoy también existen esos vientos del pueblo de contestación y criterio en las redes y en los medios de comunicación,... porque también abunda el enemigo malo, infectado con las tristes maneras de entonces. Veo a la gente que opina y se alegra por las buenas maneras, ¡muchas !,... pero también veo a gente de ideas primitivas, rebelde, que se empeña en complicar las cosas con escasa educación.
Como decía Miguel Hernández en sus poesías, los vientos del pueblo son los que siempre acudirán al auxilio de un mundo mejor,... ¡ los únicos !, son los que nos ayudarán a sembrar el erial con buenos principios,... siempre mandará el pensamiento de la gente sencilla.
Aún con todo, los poetas no salieron de su asombro,... pero nos dejaron unas reflexiones de vida cantada, para que nada de aquello vuelva a ocurrir.
Y esos vientos buenos son los que nos tienen que llevar.
Chavierín
Vi también el reportaje y me quedé estremecido. Cuantos más detalles conoces mayor es la indignación. La brutalidad, en este caso, todavía resalta más al tratarse de mujeres y ser detenidas, conducidas y ejecutadas en grupo. Sólo desalmados pueden cometer tamaña barbaridad.
ResponderEliminarSuscribo tus emotivas palabras, Javier. Y la tristeza de conocer lo que les ocurrió a nuestras paisanas uncastilleras.
Un abrazo!
JL