Cuando la mente se hace mayor y la celebración de la Navidad te acerca un poco a la melancolía, tenemos que saber que los fundamentos de esta festividad se basan en las escenas de ayer,... cientos de detalles nos rodean.
De cuando los restos de leña inundaban el portal de las casas,...
De cuando el frescor de las paredes acompañaban a las mantas de cuadros de la alcoba,...
De cuando el viento de la sierra erizaba el plumaje de las grallas en el espinar del campanario,...
De cuando el aliento de las manos te acompañaba hasta llegar a San Martín,...
De cuando tenías la ilusión de contemplar el belén de Rafaelito el Vaquero,...
De cuando pasabas por casa Garín y te ladraba el perro Pistón...
De cuando el agua de hielo de la Cantarería inundaba el rio,...
De cuando los Reyes Magos aparecían con antorchas por el puente de los Judíos...
De cuando,... ¡jóbar!,... ¡si es que hay tantas cosas !.... pero... me permito algo más...
Pondría un nuevo "tutorial sagrado" en el pueblo, el de la piedra de la Lavadera,... en lo alto, que mira la luz de esas casas de la ausencia,... ¡ vamos bien, !, diría,... ¡ hay casas que resplandecen !,... ¡todavía pondrán entrar a los patios los pajaricos con el pecho rojico !,...¡ todavía abundarán las verduras en los huertos !,... y recuerdo,... a esas cardelinas que daban vida a los hortales,... por todo esto,... se celebrará siempre la Pastorela.
Y pondría ese deseo de ir para adelante que demuestra nuestra piedra de la Lavadera en estas fechas del sentimiento,... porque por la pandemia abunda la tristeza y hay gente que lo está pasando mal,... queremos mirar el futuro con esperanza.
Este año no he ido de compras a la tienda de la Encarna,... ni a la de Eleuterio,... ni a la de Mariano de las Muletas,... porque aún conservo todo lo que entonces les compré.
La Navidad que conocimos nunca se acaba.
¡ Qué le voy hacer si los duendes del arraigo me persiguen y no me dejan en paz en estas fechas !
Todo para celebrar la Navidad,.... ¡¡ FELIZ NAVIDAD !!,... de corazón....
Chavierín.
¡Qué bueno, Javier!
ResponderEliminarTodos años, para estas fechas nos obsequias con el mejor regalo de Navidad: el recuerdo personal -y entrañablemente preciso- de los días de paz, amor y solaz en el pueblo.
Sólo te digo que al igual que en años anteriores, éste también me he emocionado ya en la primera lectura.
¡Tal como me lo he tomado, no se que pasará en las siguientes!
¡Buena señal, cuando un escritor toca la fibra sensible y llega al alma de sus lectores!
Un placer en acompañarte también con esos gratos recuerdos y tantas bellas emociones.
Genial que conserves todo lo que compraste en el pueblo para estas fechas y un detalle acordarte igualmente de mi madre.
¡Un abrazo navideño!
JL
Tu madre se merece la atención, fue un referente navideño y una buena mujer.
ResponderEliminarGracias por tus palabras.
Un abrazo, José Luis.