lunes, 18 de julio de 2022

EL PUB VIBRACIONES

          Momentos para no olvidar,... de cuando los soldados recién licenciados y algún cura rebotau, buscaban jolgorios. 

     
Años ochenta, siete de la tarde de un domingo de invierno en Uncastillo, preparo y marcha en el car en busca del ambiente tronera de las noches de Ejea de los Caballeros. 

     Los jóvenes de los pueblos cercanos de colonización y de la montaña, acudían a las Herrerías y a sus zonas de ambiente buscando amistades. La peregrinación semanal era constante, la búsqueda te sacaba de tu círculo de vida en el pueblo por unas horas, y te situaba en un frenesí de juerga y placidez, que no a mucho tardar, te invitaba a pedir el inevitable cubalibre para sentirte lenguaraz y conocer alguna chica. Jóvenes venidos de la estepa con sus camisas recién planchadas y con su perfume de moda, recreaban las estancias donde no cabía un alfiler. Las chicas bellas y prestas a encandilar a algún garcon, enrevesaban el momento buscando al guaperas y desdeñando a los desafortunados que no tenía los ojos de color azul,... los leñadores de la montaña no teníamos nada que hacer. 

     En titulación del artículo pongo como testigo al Pub Vibraciones, presto y regidor en los balcones de la plaza de España de la villa, para encaminar los recorridos de la zona donde el rok puntero acompañaba a los chaquetones de piel vuelta y a las cazadoras de Extremo Duro. La música de Burning, de Los Ilegales, de Barricada,... amenizaban el Tizas y el Colores con una parroquia presta con el Ambar en la mano y algún porrillo fino para escuchar, " Mujer fatal ", o" Maneras de Vivir ". El royo manifiesto de placidez te traspasaba de pub en pub hasta que las noches ponían freno a la estancia y los coches nos distribuían a los destinos.

    La costumbre en aquellos años de peregrinar a Ejea solo existía los domingos por la tarde, los sábados, se rendía pleitesía al pueblo. Pasado los años esa costumbre desapareció, por lógica, muchos llegábamos a los puestos de trabajo sin dormir.

     Esa etapa coincidía con la edad de la soltería. Las costumbres y la moda del rok español se  mezclaba con la música universal que nos llegaba del mundo ingles, la cual escuchábamos con el elegancia en el Pub Edwar´s atusados con otras brillantinas,... ¡hombre quién viene !,... las amigas de siempre.

     Tengo que reconocer que esa peregrinación en la distancia tenía sus peligros, sus riesgos, quizá nos expusimos con el alcohol, aunque siempre había algún chofer de guardia,... era la lejanía la que a veces nos ponía en riesgo a los habitantes de los pueblos,... después de todo, es bueno pedir perdón.

     Bueno, esta época bien merece una escritura de agradecimiento, porque a su manera, fue enriquecedora para los jóvenes de aquellos años.

     Lo pasamos muy bien,,.. se disfrutó, por eso el recordatorio es bueno para que quede dentro del historial de nuestras andanzas,... la vida en los pueblos.

     Con respeto....

      Chavierín. 

     

2 comentarios:

  1. ¡Qué bueno, qué bueno, Javier!
    Me he metido de lleno y de inmediato en el relato. Tu estilo me ha cautivado de nuevo. Impresiones, emociones y sentimientos perfectamente cincelados. Vivencias calcadas de la realidad. Tu descripción no olvida ni relega nada.
    He pasado un buen rato leyendo y releyendo la crónica de esta semana.
    Y de paso he vuelto a revivir aquellos tiempos tan intensos.
    ¡Un refrescante regalo en estos días de tanto calor!
    ¡Gracias!

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  2. Fueron buenos tiempos José Luis, vividos y disfrutados. Lo recuerdo con cariño. Gracias por tus palabras.

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