EL TIEMPO PERDIDO

           A veces querrías no dar importancia a las noticias de la actualidad, pero en este caso, atravieso el Rubicón de la indignación, y en santa persignación, repudio el mal que todavía contienen las viejas antostas de este país y me pongo a escribir. 

     Descubierto el aquelarre al que la prensa y los poderes mediáticos sometieron a los jóvenes de las plazas para hacerlos desaparecer de la escena política, es justo marginar de la sociedad a los que tomaron parte de esta maldición. Seudo periodistas que van por la vida como ejemplo de conducta y que, sin embargo, engañaron a la población con noticias falsas de difamación.

     Pues sí, estos jóvenes de las plazas, del 15-M, llegaron a la escena política con una corrección y una ilusión que desbordaba a la gente de bien. Trazas de cambio se lanzaron a la sociedad que incomodaron a los poderes establecidos, les veían con inteligencia, les podían quitar el control de las instituciones del país, y eso no lo podían permitir. Y claro, pusieron a trabajar a sus contactos directos, jueces, policías y prensa afín, para lanzar acusaciones falsas contra sus componentes.

     En escenarios de prensa se validaron estas acusaciones con la participación de jueces del gremio. Siete años de llamadas al juzgado que al final se archivaron. Siete años confundiendo al ciudadano con estas historias que al final dieron su fruto. Podemos, poco a poco iba perdiendo fuerza en el panorama nacional. La intoxicación dio resultado.

     Descubierta la filtración del comisario Villarejo y el enredo, la indignación ha llenado las redes. Han desvirtuado la democracia, han falseado las circunstancias y han privado a la gente de interpretar la política con la verdad.,.. se preguntaban,... ¿ Y quién paga el daño causado a la sociedad ?,... siete años de aquelarre. Estos jóvenes no se merecían esa persecución.

     Viendo lo que están consiguiendo estos jóvenes con su estancia en el gobierno, cabe pensar que el daño causado ha privado a la ciudadanía de más prebendas. Su frescura y exigencia ha conseguido más avances en estos años que en las últimas décadas.

      Ahora se confía en la justicia justa para recriminar a estas conductas y reforzar la democracia.

      En el escenario queda la esperanza, esta forma de pensar a nombre de Yolanda Díaz con el grupo político Suma que vuelve a ilusionar a la gente.

       El tiempo perdido, lo que pudo haber sido y no fue, por culpa de la maldad de ciertos personajes de la política

       Cuando la verdad hace daño.

        Chavierín.