sábado, 10 de julio de 2021

POLILLAS EN LA TOGA


           En este barco de crisol y cerumen, navega el señor de la puntilla blanca en el puño, el que dicta sentencia con la pluma de plata y la carpeta de cuero que heredó de sus ancestros. De cuna le viene al señor de las leyes el creerse imprescindible para ordenar el mundo.

     Llamativos son los sitios de la ley repujados con madera noble, su misión, impresionar al reo. Lo anticuario siempre ha rodeado a la justicia de este país. Los hijos de casa bien, por tradición, hacían del oficio familiar la norma y aprobaban la oposición con soltura. Ni que decir tiene que el advenedizo de a pie, llegó y se situó, pero fue apartado por su osadía, no llevaban bien la sombra de los jueces llegados de la pardina.

     España, como democracia nueva que es, peca en lo de impartir justicia en condiciones. Los jueces, instrumento del pueblo, no quieren bajar de su estrado de madera de nogal y buscan instituirse, sin su permiso, en imprescindibles,... no quieren renovar cargos, el ego y su visión elitista de la justicia, impide construir una democracia como tiene que ser,... irreverente conducta...

    En Madrid, el platillo que equilibra la justicia, se inclina descaradamente a la derecha haciendo un flaco favor a la limpieza de las sentencias. ¿ Qué no habrá instalado allí cuando llevan más de veinticinco años delinquiendo y no han actuado con prontitud ante la mínima sospecha ?

     Estos días hemos visto cómo a una joven diputada de Podemos, de la comunidad de Madrid, por unos empentones que le dio a un policía hace unos años, la han condenado a diecisiete meses de cárcel. En cambio, por ejemplo, podemos escribir el trato distinto que recibió el nieto de Franco que atropelló a un guardia civil en Teruel cuando conducía en dirección contraria, sin luces y no hizo caso a la autoridad,... resultó exonerado de culpabilidad. En el famoso cartel de propaganda de Vox que despreciaba a los menas, los jueces lo dieron como bueno, dejando a estos jóvenes marcados como delincuentes cuando la realidad no es esa,... si viven en la desesperanza por estar lejos de su familia habrá que ayudarles y no fomentar más la agresividad,... eso permitieron.

    Tenemos asociaciones de jueces que les proponen que actúen con cierta modernidad, pero no hacen caso, no están dispuestos a bajarse del estrado de sus ideas.

    La gente espera sentencias dentro de la cordura, como tiene que ser, porque quiere construir y castigar al revolvedor, pero en ese mundo, al del pensamiento conservador, se le protege demasiado,... a veces de manera indecente.

     Al final lo que queda son las sentencias bien hechas y el buen nombre de la justicia, si actúan al revés, siempre irán entre lenguas,... el ciudadano sabe diferenciar.

     No colaboran para tener una Democracia en condiciones,... una pena.

     Unas bolas de alcanfor,... por favor.

     Chavierín. 

    

     


1 comentario:

  1. Pues si. Cuesta creer en la imparcialidad de los jueces cuando algunas sentencias son tan descaradamente parciales o bien cuando no se hace absolutamente nada ante clamorosos atropellos de la ley.

    ¿Me quieres decir que-por poner otro ejemplo- Cristina Cifuentes no sabía nada de su Máster fraudulento? ¿O que Esperanza Aguirre estuviera rodeada de chorizos y no se enterara de la misa la mitad?

    ¡Venga, hombre!

    Así que aplaudo tu escrito de denuncia y me identifico con él.

    Además de bolas de alcanfor encarga también agua oxigenada y alcohol.

    A ver si así la herida deja de supurar.

    ¡Un abrazo, D. Javier!


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