martes, 3 de enero de 2023

EL CUADERNO DE BITACORA


         Recuerdo que en la casa de la plaza, donde los recuerdos duermen, siempre estaba como el gato, buscando  rincones para hacer terapias.

     En las cadieras de al lado del fuego, el sentón y la concordia se establecía para tocar la guitarra y aprender a mover los dedos con perfección. Buscaba el aislamiento para no molestar al vecindario. El otro rincón universal estaba en la cocina, allí coincidíamos todos los de la familia. Era el lugar de alrededor del fuego, donde cabía la televisión y las conversaciones de larga duración.

     Ya de mayor, en mi casa de la ciudad, de al otro lado del Ebro, sin gato, también tengo mi rincón preferido, una habitación de plebeyo donde elaboro mis escritos y los guardo con delicadeza. El ordenador acompaña a las plumas de escritura del 27, junto a los libros y álbumes de fotografías. De comentario puntual, es justo decir, que los libros también viven en otras alcobas porque la lectura es la reina de la casa,.... es mi Balmoral particular. 

     Mi amor a la música también tiene aquí su lugar, el piano electrónico y las guitarras amigas, acompañadas de la cadena musical, donde los cedes suenan con asiduidad. Y repaso, a los de Love of Lesbian, a Enrique Búnbury, y apuesto mucho en mi escenario con el piano de Ludovico Einaudi y con el álbum de María Callas, como aporte emocional. Estos días estoy con el cd de Dire Straits que me transporta a esa etapa tan bonita del Bandido y Bruno Solano,... había mucha felicidad.

     A este precioso rincón lo llamo " la habitación del pino ", por sus muebles de color miel, que acompañan a las fotografías de mis padres y a los que de vez en cuando pido protección. Bueno es decir, que el lucernario de la instancia, lo crea la ventana que mira a la arbolera de la calle y el sosiego del escribidor,

     En este "zulo " particular, también tiene cabida la "antigua aristocracia ", detalles de mis antepasados, una plancha de ropa de carbón y una sopera de hierro con patas de las épocas de las mandaderas y señoritos, y mi cuaderno de bitácora con tapas de guarnicionero, donde residen, en plan simbólico, los cientos de artículos que este escribidor tuvo a bien registrar para que los consulten las autoridades. Allí están todos en el mueble, acompañados con platos de pájaros y flores, de la época de Goya. Hay que ambientar la existencia.

    Empezamos enero, y bueno sería homenajear a los pequeños detalles, esos que nos rodean y toman parte de tu vida. Entre todos hacen que la imaginación vuele y sea la reina de la escritura.

     ¡ No sé si pega mucho el pelo blanco con los muebles de color miel !,

     Este año nos va a ir a todos muy bien.

     Chavierín.

    

     

     

         

6 comentarios:

  1. Has empezado el año de la mejor manera posible: rememorando esos plácidos momentos de la niñez donde el tiempo se alargaba infinitamente y los afectos traspasaban todas las estancias de tu casa.
    Lo que hace genial tu relato -además de la ternura de las descripciones- son los pormenores. Allí te creces, chaval.
    Ese don de rememorar con tanto detalle situaciones, momentos, olores y texturas tienes el deber de fomentarlo.
    ¡Buen comienzo del 2.023!
    De nuevo me he emocionado al leer tu entrada.
    Ese es el mejor logro de todo buen escritor
    ¡Un saludo!
    JL

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  2. Agradecido siempre por tus palabras de apoyó.un abrazo José Luis.

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  3. Pasado y presente vivos y unidos en una armonía perfecta, sin nostalgías, con agradecimiento. Es un muy buen comienzo de año. Me ha encantado. Desde Leganés, un abrazo.

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  4. Sabres prima Nines, que siempre cuento con tu apoyo, un beso fuerte.

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  5. ¡Ah! A mi anterior comentario quería también añadir mis parabienes por el contenido de las dos terceras partes del artículo en las que detallas tus estados de ánimo aquí en la ciudad, en tu casa actual. Con pocas palabras logras crear un estado emocional que se transmite al lector.
    Saludos afectuosos
    Venturoso 2023

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  6. Agradecido siempre José Luís, por tus palabras, un abrazo.

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