martes, 8 de junio de 2010

RETALES DE UNA VIDA,....de mi padre Tomás


Hace unos días se encontraba mi padre en la calle sentado en su banco de siempre y se le acercó un sacerdote de para charlar un poco; mi padre, hombre de rápida conversación y carácter abierto, entabló conversación con él y descubrió, que según sus años, habían estado juntos en el frente, en la batalla del Ebro, uno de soldado enlace, y el otro, de capellán de varias compañías.

Permanecieron hablando largo rato de las dificultades que pasaron, del sinsentido de la guerra, de detalles y más detalles. Unas personas que se encontraban cerca, disfrutaban de la conversación, porque veían la huella profunda que les dejó la guerra. Se despidieron y quedaron otro día para rememorar aquellos tiempos.

Y es verdad, a las personas mayores les gusta vivir de los recuerdos, su mente les traslada a épocas anteriores con mucha claridad .

Mi padre siempre me contó cosas de la guerra, pero siempre de una forma oficial, fría, como dándome a entender de la inutilidad de la contienda, queriendo evitar así, las tristezas que produjo en muchas  familias. Me relataba muchas veces sus andanzas..., la llamada triste a los diecisiete años a la guerra,... la preocupación de la familia, a la vez que intuía la juventud la obediencia debida al poder,  había que ir,... ¡¡¡ por si acaso !!!.
Conozco todos los lugares por los que estuvo, Salamanca, Valladolid, Córdoba, Mahón , Barcelona, Tortosa, siempre Tortosa, intuyo porque ahí lo pasó mal, en la Batalla del Ebro, y claro, Zaragoza y sus cuarteles.

Tengo que reconocer que mi padre nunca me habló de la guerra de una forma escabrosa, de que cuántos morían, que si asaltaban, que si habían vencido, que si eran los buenos,... sólo me hablaba de los compañeros muertos, de sus amigos, de los que al entrar en Barcelona...., A veces me nombraba las buenas migas que hacían con los prisioneros del otro bando, les animaban y les daban cigarricos, eran gente joven como él, sin  culpa ninguna,... le molestaba que la gente sufriera..., esto siempre lo tuvo muy presente.

De esta historia, de mi padre, me queda una enseñanza..., nunca nos quiso transmitir el horror, quería que creciéramos felices quitando de en medio ese tiempo obscuro, y viviéramos creciendo en la bondad, con educación y con  buenos modales.

Desgraciadamente van quedando pocos compañeros de mi padre,... casi olvidados, gente discreta y trabajadora que contribuyeron a crear una sociedad mejor.

Estamos orgullosos de ellos.



Chavierín.

3 comentarios:

  1. ¡Excelente artículo, amigo Javier! La humanidad y cercanía que se desprenden de su lectura me ha llegado a lo más hondo. El cariño y respeto con los que hablas de tu padre te engrandecen como persona. Tus observaciones son muy certeras y el fondo del artículo no tiene desperdicio. Espero con ansiedad nuevas reflexiones. Un abrazo. JL

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  2. me ha gustadomucho tu articulo,que facilidad tienes para sacar de cualquier vivencia lo positivo,siempre aprendemos algo de nuestros mayores,animo sigue escribiendo que siempre encuentras algo que puedas hacer tu personal reflexion un beso herminita.

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  3. javier ma ha leido tu hermana el articulo me ha gustado mucho y me he emocionado me gusta que recuerdes las aventuras que te he contado alguna mentirijilla tambien, me dice que te quiere mucho un beso tu padre tomas.

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