martes, 18 de octubre de 2016
DETRAS DEL CRISTAL
" Y apoyado en la pared me conformaré mirando al suelo del sentimiento y me adaptaré, con el paso de los años, al aire triste que queda en el corazón de las personas que lloraron por su ausencia,... amores de familia "
Desvías la mirada e intentas olvidar y reconstruir esos momentos dulces,... de geranios y begonias en el balcón,... de trinos y jaulas de jilguero,... de sillón de mimbre y calor tenue de brasa,... de mesa redonda de todos alrededor,... atusando y disfrutando de su presencia.
Sin prisas, recojo ese montón de cariño y lo vierto en la tinaja de mis recuerdos y los guardo con discreción para que maceren y no se pierdan, y cuando cada cierto tiempo la abro para probar, descubro que no han perdido su fluidez, que siguen igual, con la misma intensidad y con la misma desventura.
Y voy tirando,... y veo que todo lo llevo bien, que su recuerdo lo mezclo con el paso del tiempo, para sobrevivir, y asumes, que la vida a veces se comporta de forma triste,... y que nada tienes que hacer.
Muy a menudo me tomo la licencia y recojo un poco de caldo del recipiente,... de melancolía, para recrear y recordar esos momentos ya lejanos de cuando todo estaba,... e intento escribir y crear diálogos con mi pluma para conseguir que todo sea más cercano y alegre,... y voy tirando también,... quizá, con algo de frustración,... pero consigo que la imagen de esta guapa señora, mi madre, nunca caiga en el olvido.
En estos años todo ha sido recordarla y hacer supuestos de si hubiera estado, de cuánto hubiera disfrutado con los nietos, con sus hijos,... pero aparece pronto la tristeza y el desconsuelo porque el ánimo todavía está sin curar.
" A veces, rozando el cristal de la fotografía, acercas los dedos con delicadeza e intentas recuperar la suavidad de su cara "
Dentro de unos días se van a cumplir cuarenta años del fallecimiento de mi madre Soledad y aquí estoy presto para presentarla en su era temprana, de cuando era joven, y tenía derecho a disfrutar más de la vida,... la presento en sociedad.
Con mucho cariño
De su hijo Javier.
Por desgracia, la médica que la atendió con su dolencia no tenía la suficiente preparación,... no sabía lo que era una apendicitis.
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Yo también tuve la fortuna de conocer a tu madre. Siempre fui tratado por ella con suma amabilidad y delicadeza. Siempre tenía a mano algo bueno para ofrecerme. Era -como tú- la bondad personificada. Un abrazo, amigo.
ResponderEliminarJL
Gracias por tus palabras, Jose Luis
EliminarCómo escribir Javier todo lo que despierta en mi tanto la imagen como tus palabras. Dejó huella, y grande. Fue una mujer sabia, fuerte, sencilla, con clase...nació con corazón de madre.
ResponderEliminarTe perdono las lágrimas que me has hecho soltar y te agradezco la imagen y tus sentimientos.
Desde Leganés, un abrazo.