jueves, 11 de mayo de 2017

LOS CARRUSELES DEL ALMA


                    La faceta del poeta que siempre llama al timbre a las diez de la mañana, suele ser la de distribuir en los buzones de " un mundo mejor ", los trazos y secuencias dulces que contienen los carruseles del alma, instantes y observancias que reconfortan el ánimo, le dan placidez y le vuelven más humano.

..... empezaré con las secuencias dulces, cargadas de bellas consideraciones.

     Y de la observancia quiero colocar en el banco cercano la expresión placentera del rostro de un señor mayor, habitante de las residencias del mundo, entristecida, sin maldad, que te busca con la mirada en busca de conversación,... esperando esa dádiva de cortesía que le reconforte, auxilio mutuo cuando respondes a su insinuación y satisfacción mutua porque con poco le consigues ese pequeño trozo de felicidad,... su agradecimiento convierte la expresión de su cara en una obra de arte...

     .... y presto relleno otra cartulina....

     Para cumplimentar a ese mundo, mejor propongo como sacro, esa expresión de alegría de los encuentros con personas que quieres bien, a la que ayudarías en lo que fuera sin nada a cambio, y serías cómplice para que lleve bien sus adversidades en este mundo embaucador,... en estas secuencias el nivel de satisfacción no tiene precio porque descubres el valor del altruismo y reconoces que las parcelas para dar ánimos no se venden por acres, se compran con la solidaridad.

    .... y de instancias y recuerdos....

     Pondré las obligaciones del alma, de no olvidar a los seres queridos, de hacerlos partícipes de vez en cuando de tus conversaciones, con sus historias y momentos, tributo inalienable de afirmación de que el rastro que dejaron fue glorioso y lleno de afecto,.... esta aptitud es grande y clemente y vive también en los carruseles del alma.

     Y cuando des validez a estas santas demostraciones también tendrías que invitar a las respuestas de la natura, mágicas y afinadas, con pautas de obediencia en las especies, como las abejas trabajadoras viajando de flor en flor,... o las hormigas pacientes buscando alimentos,... o el sonido del rebaño que bala en la mejana,... o el descanso del jilguero obediente en su nido de primavera, y tu, impresionarte con los amaneceres,.... con el universo,.... con el mar,... porque también producen  imágenes de perfección.

    Y de sonidos y marimbas déjeme con la música de baladas y conciertos, en tenue armonía de placidez y luz apagada,... dulce afinación del alma y el espíritu.

     Todas estas glosas viven en el carrusel del alma, llenas de maravillosas sensaciones, que te abstraen de la monotonía y te invitan , si quieres, a considerar la existencia, como un jardín del edén..

     En nuestras manos está sacar fichas para este carrusel, y girar y dar vueltas, y disfrutar de la vida, y abandonar los enfados y las complicaciones y tomar, a veces, un poco de misticismo.

     No se suele sufrir en el mundo de la contemplación.

 Chavierín.

     

2 comentarios:

  1. He leído tu artículo varias veces. Para empaparme bien, para captar el mensaje profundo de su contenido. Preciosa alegoría de las pequeñas satisfacciones de la vida. Reafirmación en los valores éticos y morales que entroncan con la más pulida filosofía ateniense. Ni una frase tiene desperdicio, aunque yo me quedo con "las parcelas para dar ánimos..." y la última frase: "No se suele sufrir en el mundo de la contemplación".
    Estupendas reflexiones, Javier. Preciosa labor de cronista de afectos. Un abrazo. José Luis

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  2. Gracias por tu amable comentario, José Luis, eres único para emocionar.un abrazo de Javier.

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