EL ULTIMO VALS

                 Satisfacción queda, porque entre los hierbajos y balluecas del Congreso, nace la grana de la esperanza, la que da color a los ánimos decaídos por las declaraciones negras que lanzan los últimos de la escuela.

    Con esta mayoría absoluta que se prevé, el lado oscuro se queda en el olvido para que el lado de los limos trabaje con tesón y pueda garantizar al país un futuro mejor.

     La grana de la esperanza se manifiesta en la oportunidad de cambiar las instituciones y las autonomías del país y hacerlas más modernas. Urge enfocar ese nacionalismo central y rancio y adaptarlo a los tiempos. Urge quitar la influencia de la iglesia en las instituciones. Urge disminuir la pleitesía que se rinde, un día sí y otro también, a las fuerzas de orden público y al ejército, y urge también, regular los impuestos fiscales del estado para que todas las autonomías tengan los mismos tributos.

    Construir una España moderna conlleva el saber convivir. El problema de las nacionalidades se puede solucionar dentro del marco de la Constitución para rebajar la tensión de las malas formas de la derecha. El formar un gobierno siempre ha funcionado a cambio de prebendas, yo te concedo el control de estos gastos y tu colaboras para que tu me ayudes a gobernar y el país vaya adelante. Es importante borrar ese descontento entre todos.

    Entre todos se pueden hacer grandes cosas, apuntalar por ley la Sanidad y la Educación Pública como activos que no se pueden destruir. Obligar por ley a ayudar preferentemente a los colectivos que más lo necesitan y obligar a las grandes fortunas que paguen impuestos como en los países modernos. Muchas cosas se pueden hacer teniendo sentido común.

    Siendo objetivos, el nivel cultural que tienen todos los componentes que conforman la mayoría absoluta, nos da cierta tranquilidad a los ciudadanos que queremos que todo funcione. La derecha siempre ha pecado de falta de madurez.

    El anterior gobierno tiene experiencia sobrada en lidiar con la adversidad, y si ahora los unimos con diputados que quieren colaborar para arreglar el país, mejor que mejor.

    Este sería el último vals entre gritos y aquelarres, el último lloro del PP y Vox en las plazas de toda España. Sé que seguirán llorando por las esquinas buscando el amor que les niegan en el Parlamento,... pero esto ya está escrito, la mayoría absoluta manda,

    No se merecen ninguna lástima, llevan muchos años rompiendo la convivencia.

     Ah ¡¡, y que pidan perdón a los vecinos de Ferraz por tanta molestia.

    El tiempo que nos toca vivir.

    Con respeto ....

    Chavierín.