No quiero ser maldiciente y despreciar las virtudes del Premio Nobel, pero después de que Corina Machado conminara a EE UU, a invadir Venezuela, sin pensar en la gente que podría perecer en la contienda, puedo entender que este premio no se lo han dado por la búsqueda de la paz, sino por seguir las instrucciones de su padrino Trump.
Siempre ha habido un motivo para las revoluciones, el potentado abusa del pueblo y el pueblo responde.
Yo no quiero guerra de guerrillas ni desprecios en favor o en contra de Venezuela, yo solo quiero entender el porqué ocurren estos desvaríos. En Cuba, antes de la victoria de Fidel Castro, la isla pertenencia a los terratenientes de las plantaciones que en cierta forma abusaban del pueblo. Después de años de sufrimiento, el pueblo se aupó con la victoria y se encumbró al poder y así dejó de pasar hambre, de estar vilipendiado y a ser un ciudadano respetado.
En Venezuela las grandes fortunas petroleras, entre ellas la familia de Corina Machado, controlaban la riqueza del país dejando al pueblo llano en el abandono. Reaccionó el pueblo con Chávez y Maduro y fue el ciudadano el que controló el Estado y sus riquezas petroleras.
La libertad de empresa y la riqueza es buena como dice Corina, pero protegiendo al pueblo. Para cuatro días que se viven, los ciudadanos no tienen porqué aguantar esas mentiras, porque sabemos lo que se esconde detrás detrás de esta forma de pensar. Madrid está llena de grandes oligarcas venezolanos que huyeron de su país.
A todos los emigrantes que llegan a España los trato con el máximo respeto, tienen derecho a buscarse un futuro mejor. Las nacionalidades y el color de la piel me dan igual, pero que las grandes fortunas de Venezuela inunden Madrid, no lo llevo bien.
Que la " Dama de Venezuela ", en la recepción por el premio Nóbel diera las gracias a Trump y a Netanyahu y alentara una invasión de su país, no es entendible. Una persona con este razonamiento agresivo no puede ser condecorada con el Premio Nóbel de la Paz.
Siguen los barcos de Trump incordiando y amenazando al gobierno venezolano con intenciones petroleras, le importa muy poco la paz en Venezuela y sí, mucho, sus explotaciones petrolíferas.
Estamos gobernados por personas que no tienen filtro, pero si dejamos que el Premio Nóbel de la Paz, pierda su noble función, es que esto se nos va de las manos.
Un abrazo fuerte para los venezolanos.
Con respeto.
Chavierín.

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