viernes, 10 de diciembre de 2010
LOS ESCRIBIDORES DE LA HISTORIA,....en Alpartir
Plácido se encontraba el padre Damián con su plumilla contadora, veía que tornaba el sol y decidió abrir las ventanas para que entrara el aire de los campos cercaños. Enseguida, el perfume de la huerta hizo acto de presencia en la sala capitular y el aire viciado por el aceite de las velas y la leña del brasero, desapareció en silencio.
Apoyado en el alfeizar de la ventana, se recreó observando la gran llanura, sembrada de las diminutas aldeas que sobresalían entre los campos de viñas y olivos, y saludó al Creador. Le dio gracias por tanta belleza y saludó a los hermanos Mauro y Daniel que estaban acicalando el abejar de la huerta.
El padre Damián, dentro del convento, era el escribidor, el notario oficial, el cronista, el interpretador, el que llevaba las cuentas del priorato y el traductor oficial de la biblia,... " la historia más bella jamás contada."
Se pasaba horas y horas en su estudio creando pergaminos con dibujos de oro y ricas letras cursivas.
En ese lugar era feliz y consciente de la importancia de su labor, importante para el futuro,...," que las generaciones venideras sepan lo importante que fue este lugar y que conociesen su historia y sus escritos ", y yo, como asiduo peregrino de este lugar me remito a la " orden y obediencia ", y les transmito a ustedes sus deseos.
Y al encargo de sus consejos argumentaré ;
Los conventos siempre han sido grandes focos de sabiduría e inquietud y cronistas importantes de la historia, con una labor muy relevante a lo largo de los siglos, pero con poca importancia social en estos tiempos que vivimos y dejada de la mano de Dios ,...labor abandonada en las estanterías,... en las salas capitulares, como obras que no tienen ningún valor y que sirven para poco,.... pero,... ¡¡¡ alegrémonos !!!, porque después de tantos años de olvido se está empezando a poner en su sitio a estos lugares y a ordenar los archivos y a catalogar esas fuentes de cultura.
Hoy día, se están microfilmando muchos documentos y legajos en parroquias, conventos y ayuntamientos, con el fin de que nada se quede en el olvido, y en eso, el P. Damián y yo, estamos de acuerdo,...los relatos se tienen que conocer,., eso que emociona al pueblo,...la curiosidad, saber lo que contienen esos documentos de una manera sencilla para disfrutar de los escritos maravillosos que se encuentran, por ejemplo,.,,, en la iglesia de Alpartir.
Año dos mil diez, encargo que me han dado los pater:
Tenemos medios para hacer bien las cosas y mucha capacidad para cuidar de los edificios y archivos, rincones cargados de historia que abundan por todo el país. Unos aguantaron el embate de los tiempos, y sólo con una mano de pintura bastaría para rendirles acomodo, pero otros desgraciadamente sucumbieron a los desmanes de gobiernos y criterios para olvidar, y necesitan más atención, pero pienso, que eso, no tiene que ser óbice para abandonar su historia y el lugar donde " fueron y estuvieron ", porque ahí también sucedieron a lo largo de los siglos momentos de vida que los ciudadanos tienen la obligación de cuidar.
El padre Damián está enfadado con la historia, con el abandono de las ermitas del convento, que se van irremediablemente, y con la poca importancia que se le da al paraje y al convento de Alpartir.
Y yo le digo de buena fe, que todo se andará, que los tiempos cambian.
No contrariaremos al Padre Damián
Chavierín,
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Bella reflexión y prosa cada vez más elaborada van haciendo de tus artículos el aditamento imprescindible de cada semana. En esta ocasión has sabido retratar de un modo admirable la deuda que tenemos con aquellos que invirtieron una parte importante de su vida en transmitir cultura, en documentar su época, en adornar las vivencias personales y espirituales...
ResponderEliminarSi el padre Damián pudiera leer tu artículo, es posible que decidiera también recrearlo en forma de manuscrito para la posteridad.
Un abrazo. José Luis