jueves, 21 de julio de 2011

EL PEREGRINO,... en Alpartir


 Me apetecía acercarme una vez más a ese lugar tranquilo, atravesando  los campos rojizos de viñas y almendros, cuidados, y otros abandonados a su suerte.
Me acompañaba la observancia, los buitres, que desde la distancia me decían que,... ¡¡ a ti te conocemos !!,... lo intuía, los lardachos, que comienzan sus tomas de sol, cuatro o cinco perdices con porte engreído y la gayata de fresno del abuelo Francisco,... esos eran mis compañeros de viaje.

A lo lejos diviso la barrera natural de rocas que protege la planicie y dibuja los antiguos dominios del convento, gran escondedora de grutas con estalactitas y que abriga a la deteriorada ermita de San Clemente,... en antiguo, destino de procesiones y novenas. 
Al llegar, " el reposo de la ermita ", marca la línea de aproximación al convento por la acequia de la huerta. Por la higuera, sin pedir permiso,... sigiloso, me acerco,...  ¡¡¡ se puede !!!,... ¡¡¡ hay alguien ahí !!!,... en silencio,... como esperando respuesta del P. Damián, de fray Daniel, o de fray Mauro.

Impresiona el silencio..., queda aura, uno se impregna de respeto, de lamento,... se intenta maldecir y reconstruir todo con la mente y darle vida de nuevo,... oír las plegarias de los frailes,... pero todo es en vano, sólo quedan los paisajes de la sierra y la llanura, y unos cactus centenarios que guardan algún que otro mensaje para darle al visitante.

Te sientas y observas,... a veces rezas, impresionado por la belleza del lugar,... y diriges la vista a los eremitorios de la colina, pequeños recintos de meditación que empleaban los frailes para poner en paz su espíritu.
Soplaba el viento,... y en el antiguo patio intentas recrear historias,... de vida,... de cánticos, de visitas de los lugareños a fray Faustino, el bodeguero, para probar sus vinos y de paso pedir algún consejo,... ¡¡ Ora et labora !!,... les reprendía,... y acabas.
Desciendes del convento, cariacontecido, vuelves la vista y crees ver, las figuras de los frailes observando tu marcha y diciendo,... ¡¡ ven más a menudo a vernos, Chavierín !!.

No es momento de lamentaciones, por lo que pudo haber sido y no fue, es el retorno a un lugar tranquilo que te transmite mucha paz.

Uno se tiene que integrar en el lugar donde vive, conociendo las maravillas que en otros tiempos se crearon para integrarte y ser uno más, como por ejemplo,... en el pueblo de Alpartir.
     

Chavierín.

3 comentarios:

  1. ¡Muy bonito y mucha sensibilidad en tu artículo! ¡Las fotos estupendas! Las he visto en grande y veo que los parajes son espléndidos. Me alegro que lo hayas pasado bien y ya esperaba con asia tu artículo que lo he leído dos veces pero lo tengo que reeler al menos dos más. Un abrazo. Seguimos en contacto con nuestros blogs. Me alegro de que ya domines el tema de insertar fotos. Saludos. José Luis

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  2. Ya he visto también las otras fotos de las entradas antiguas. Veo que te ha gustado y que le coges afición. Desde luego los artículos quedan mucho mejor así. Un abrazo. JL

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  3. Desconozco Alpartir pero las fotos son muy ilustrativas; me ha gustado tu paseo o peregrinaje,que no es lo mismo, aunque en los dos casos se camine.
    De vuelta a casa..feliz vuelta al dia a dia.
    Desde Leganés, un abrazo

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