jueves, 15 de enero de 2015

" EL BOTICARIO VALIENTE "

     Ultimamente estamos viendo, que para ciertas compañías de farmacia, la salud y la buena fe está de más, que la enfermedad y los remedios tienen precio, y que si en sus pulcros laboratorios descubren la piedra filosofal que lo cura todo, nos tendremos que atar los machos porque sus mejunjes nos costarán un riñón.
     No tienen patria ni condición, sólo les seduce el dinero, y les trae al pairo que muchas personas por la escasez de medios se queden en el camino por no poder pagar su descubrimiento.

     Y la película del recuerdo pasa ante nosotros con el tema de los afectados con la hepatitis C, en España, con la indignación que conlleva el precio desorbitado que cuesta esa medicación.

    " Su conciencia es vana,... llena de acciones de Wall Street y vacía de compasión  "

     Y el pendenciero protestón quiere argumentar....

     Como a veces ocurre, siempre reflexionamos cuando se acerca a la orilla la barca que lleva un tema puntual.
     Si retornamos más allá de las fronteras, veremos que la distribución de medicamentos en países de necesidad urgente, siempre ha brillado por su ausencia y se ha consentido, por este motivo, que mucha gente muera del Sida, del Ebola, o de otras enfermedades, porque allí la venta del producto no tenía ninguna rentabilidad.

    "Negocio puro y duro forrado con el desprecio humano "

     Y esto hablando de boticas,... pero si hablamos del hambre en el mundo veremos que también las atenciones de la comunidad internacional han llegado tarde y mal y con pocas ganas de hacerles llegar los excedentes de alimentación.
    Y si el juguete de hilo y confección lo conseguimos en oriente con mano de obra barata y en condiciones poco edificantes,... eso, no tiene importancia,... siempre ha sido así.

     Y ahora cuando la barca llega a nuestras costas nos rasgamos las vestiduras y vemos la realidad patente de lo que son capaces de hacer las grandes compañías en el mundo global.
Mientras dejen funcionar a su libre albedrío a las grandes fábricas y a las empresas del bolsín, los pobres diablos y los parias del mundo no serán un problema urgente para la comunidad internacional.
     Así hemos vivido siempre, con la ley de la oferta y la demanda como un dios al que se respeta y encumbra a los más "espabilados ".
     Y mientras, el mundo occidental seguirá con su comodidad del sofá e importándole poco lo que ocurra en estos países,... esa ha sido nuestra aptitud.

     Vale mucho más la vida humana que el valor de un producto inalcanzable.

     Es muy lamentable el comerciar con la salud.


Chavierín.

     

      

1 comentario:

  1. Bueeeenooooo, menudo tema tocas en la entrada de hoy. El derecho a la salud y la obligación del estado de proteger a sus ciudadanos haciendo todo lo posible por mejorar su calidad de vida.
    El caso es que, tal como vamos, ya estamos viendo cómo los pudientes, los adinerados, los que pueden pagarse sus tratamientos, gozan de mejor salud y de mejores condiciones de vida que los no afortunados.
    Un varapalo al derecho a vivir en condiciones dignas de todos los ciudadanos.
    Urge recuperar la ética y la sensatez en muchas decisiones políticas. Las lentes de lo económico no pueden ser las únicas a la hora de analizar la realidad social y tomar decisiones. Como bien dices es lamentable -y deleznable- comerciar con la salud.
    Un abrazo
    José Luis

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