jueves, 30 de marzo de 2017

DON JUAN EL EMPECINADO


         
          Está claro que vivimos en épocas de incertidumbres ,... de cierta mediocridad en la política, de troneras que invaden el sentido común y hacen con la economía sayos a su medida. 
     Ni aquí ni allá, nada se estabiliza, no hay remansos de bienestar. Unos, los de los pueblos, cansados de la situación, cogen la maleta y se van a la gran ciudad y los de la gran ciudad toman el tren y se van al extranjero en busca de trabajo, a países que tampoco les quieren bien. 
     Señal de extrema gravedad que dice mucho de la incapacidad de los dirigentes. --- ¡¡ Hasta los mismos cojones !! ....    y es que ....
    Mucho tendrían que cambiar las cosas para que un político se ponga manos a la obra cuando ve que la gente abandona sus lugares de origen,.... de aquí para allá, sin nada en las manos,.... encefalograma plano de actitud y compromiso,.... se observa, 

     Estamos en tiempos de la diáspora impuesta, del desapego en busca de oportunidades, porque aquí sólo se observan tropelías que van en aumento y que no dan lugar para la esperanza; el interés agresivo para desmontar la sanidad pública, desabastecer la educación pública, no retocar con urgencia la reforma laboral,....todo esto y más, exacerba el ánimo de la gente, hasta el punto de que el  descaro y la chulería que emplean es tan grande que te llega a indignar,.... y uno se pregunta, qué hemos hecho los españoles para merecer semejante derecha, única en su especie en la Europa y más papista que el Papa.

    De originarium, explicable puede ser el motivo, por la derechización de la socialdemocracia en Europa, el pensamiento de izquierdas de recurso lógico y razonado, ha perdido poder y se ha amoldado a los mandatos de las grandes empresas y al mundo financiero, acomodándose a la vida fácil sin compromiso y abandonando el barco de la lucha de clases.
    En España las tramas y las tretas les están saliendo bien , el descaro se está haciendo patente; ahora tenemos el mismo producto interior bruto que en el 2008, y cerca de tres millones de parados más, viéndose claramente que el abuso y las nuevas condiciones laborables han llenado los bolsillos de unos pocos y han empobrecido a mucha gente,... esta es la triste realidad. Lo lamentable de todo esto es que estos dirigentes cada vez hacen más oídos sordos ante las quejas por esta situación y abuso, y se empeñan con denuedo en continuar con su obra de destrucción,....¡ hilarante !

    Uno se pregunta si saben lo que es el derecho y la justicia social, si aún continúan con alas en los pies como los ogros malvados de los cuentos, volando a media altura y sintiéndose superiores al populacho,... desgraciadamente, tenemos muy claro lo que es el despotismo.

    La situación es alarmante y de extrema gravedad,.... en varias décadas en este país pocos levantaremos cabeza,.... a la juventud le han secuestrado el futuro, y lamentable es, que los causantes de todo esto, continúan en el poder.

    Para luchar ante esto hace falta mucho convencimiento, mucho magisterio en las redes y medios de comunicación independientes, es necesario abrir los ojos de la gente  para que vean con claridad las maniobras indecentes del gobierno, porque se están repartiendo el bienestar entre unos pocos y eso lo tienen que saber.

    Ante esta situación bien tendríamos que llamar a los guerrilleros, Don Juan, el Empecinado, o al cura Merino, recordando viejos tiempos de acosos, para que pongan orden  y ayuden a los miserizados,.... por alegoría histórica.

    Ya sé que continúo terco, empecinado y pertinaz con el tema, pero quizá es la rabia la que te obliga a insistir ante esta situación.

    Me esconderé en la cabaña de las Tetadas,... por si acaso.


Chavierín.

    




    



 

    

     

     

      

1 comentario:

  1. Entiendo tu enfado y tu exasperación. Y lo dibujas muy bien en tu artículo. Años y más años de inoperancia han conseguido que los ciudadanos estemos hasta más que arriba de su incompetencia. No se pide ninguna cualificación para ser político ni tampoco ningún certificado de buena conducta. Una pena.
    Buen artículo, D. Javier. Sigamos disfrutando de la primavera a la espera de ver si esto se va arreglando.
    Un abrazo. JL

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