domingo, 3 de marzo de 2024

EL PERRO PISTON

           De husmeador de perdiz y encerrado en el taller de la fragua, el perro Pistón ladraba al paseante de San Andrés defendiendo su mansión y los restos del rancho, que como buen husmeador, defendía. La fama le hizo digno para ser parte de las historias de esas vidas que van pasando.

    .... mi lápiz de la oportunidad pasaba por San Andrés ....

    En mi auditoría de hoy para adornar la escritura le pondría al perro Pistón una cruz de auxilio en el lomo como las que llevaban en las viejas guerras los perros para auxiliar a los heridos en las contiendas.

     Y si me pongo en acción con esta curiosidad, es para hablar de la Sanidad Pública en España porque el desconcierto nubla las mentes. Las observancias del gentil hablan y lanzan sus juicios de valor ante la realidad de la Sanidad.

     Me enfado y recuerdo cuando en la pandemia, el acercarse al médico de consultorio era misión imposible porque los sanitarios defendían su castillo con uñas y dientes, tratándonos a los ciudadanos como apestados,... no nos dejaban pasar,...¡ Pónganse lejos,... a distancia ! ,... y trancaremos las puertas después,... tendrían que haber estado los primeros en el frente de batalla y no los pacientes,... eso nos hicieron,...

     La contradicción nos invade, pides cita para ir al médico de cabecera, y tienes que esperar quince días, te presentas a tu médico por urgente necesidad y te lo encuentras a las once de la mañana sin ningún paciente al que atender. No cuadra la tardanza en dar cita con la realidad de las consultas.

     Si acudes a las consultas de los especialistas el desorden de la observancia se hace mayor, la enfermera sale con la lista para llamar a los pacientes y ninguno responde, fallan más de la mitad. Esto ocurre en todas las consultas cercanas. No lo entiendes y sacas tus conclusiones,... así no hay manera de controlar las listas de espera.

     Y pasando al siguiente escalón de las listas de espera quirúrgicas, puede haber otras componendas de organización y falta de especialistas, o puede ocurrir que los gobernantes de turno prefieran trabajar con las clínicas privadas, para no complicarse la vida, dejando de lado la organización de personal y atenciones.

     Así estamos destruyendo la Sanidad Pública violentada con las quejas de la gente y el nacimiento de más clínicas privadas y seguros de atención,... es un buen negocio,... tienen políticos a su servicio.

     Y uno se pregunta porqué hay políticos que gestionan favoreciendo a estas empresas aún a sabiendas que destruyen la Sanidad Pública. Yo creo que este interés desmedido para favorecer lo privado tiene compensaciones bajo mano,... tiene que haber una explicación. Lo triste es que, aunque les digas lo que les digas a esos políticos, no hacen caso,... actúan como lacayos obedientes.

     Pasa el tiempo y la Sanidad Pública se destruye. Estamos perdiendo algo de lo que nos sentíamos orgullosos los españoles.

     La única esperanza está en que este gobierno tome conciencia y blinde la Sanidad Pública de la sanidad privada, porque con los gobiernos conservadores tenemos todo perdido. No puede ser que por la enfermedad, muchas personas no puedan pagar la atención médica y se abandonen a su suerte.

    Este problema late con fuerza en la sociedad española.

    Chavierín.

     

      

     

     

4 comentarios:

  1. Sí aceptamos que el Gobierno de un Estado debe ser el “garante” de la moral, también debemos exigir que las decisiones que tome en la práctica deben ir acompañadas de una ética relacionada con dicha moral. Por este motivo los representantes políticos de un Estado deben pensar sobre asuntos fundamentales para todos, por ejemplo: lo público y lo privado, la economía y la política, los representantes sociales, la pobreza y la riqueza, la dignidad humana etc. El Estado se debe a lo público, que es la mejor manera de proteger a los ciudadanos más vulnerables; los fuertes demuestran suficiente capacidad para protegerse ellos solos. Respecto a lo privado, el Estado lo debe proteger, posibilitar, regular, pero no necesariamente fomentar. Y si hay ayudas, siempre con condicionamientos sociales. Educación, sanidad, servicios públicos, deben ser protegidos y mantenidos con un mínimo de dignidad, y si se acepta algún tipo de externalización debe prevalecer la condición del control público desde la perspectiva ciudadana: siempre en sanidad como en justicia debe ser un paciente, no un cliente. Para conseguir dicha condición la “ética” debe actuar como tecnología punta. De ahí la importancia en la formación social de nuestros jóvenes...
    Todos somos conscientes de que debemos reformar ciertos servicios públicos, pero siempre desde una ética como protagonistas que seamos capaces de armar un relato creíble, con unos medios visibles y viables donde no sean importantes las metas sino la dirección capaz de ofrecer una oportunidad política si la pudiésemos transformar en un punto de inflexión reflexiva.
    Si en un barrio, se deteriora un servicio público importante como la sanidad. Las asociaciones y colectivos sociales de ese lugar, deben movilizar o concentrar a sus ciudadanos, con la intención de denunciar ese deterioro, si la gente no participa, tenemos un problema…

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  2. De acuerdo con tu puntualización, saludos.

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  3. Es cierto que la atención sanitaria pública ha ido a peor y también es verdad que la privada está en auge.
    La gestión de algunos servicios básicos están sufriendo las agresiones del neoliberalismo.
    ¡Qué tiempos aquellos del perro Pistón!
    Un abrazo
    JL

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  4. Fueron buenos tiempos, José Luis, un abrazo.

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