Mi nieto Mateo que viene y viene y le esperamos,... y me trae montones de ternura, se entretiene como hacía yo con mis antiguos juguetes y les da vida delante de mí, para que mi complacencia sea como la de aquel niño que jugaba en los enfalsados cercanos al cielo. Su mundo recibe con atención esas caballerías como herencia emocional.
Quisiera, que no decir, lo que siento cuando se sienta en mi alda buscando el aprecio, o cuando pregunta por mí con un escueto, ¿ y el yayo dónde está ?. Momentos dulces cuando en la siesta reparadora, busca mis dedos de protección de los sueños, construyendo una calma que camina por los lugares de la felicidad del silencio,... como cuando lo veo agachado en el suelo observando a las hormigas con atención.
En este viaje, la vida me ha traído montones de ternura que los envuelvo con delicadeza para guardarlos en mi mente porque el tiempo pasa y estos sentires nunca pueden acabar.
A mis padres, que viven en la pared de los recuerdos de la habitación, les digo, ¡ ¡mirad lo que tengo aquí,!, vuestro bisnieto que ha llegado para engrandecer el círculo bondadoso de la familia. Un regalo que nos transforma y nos devuelve a la eterna juventud,... porque lo queremos proteger,... y que conozca las maravillas del mundo con comedias y jametas,.. y con cuentos de la abuela contados en soledad.
A sus padres les transforma la llegada de su hijo, a los abuelos nos transforma la recrianza y la experiencia del conocimiento,... queremos que nuestros nietos sean felices.
Esto me ha regalado la vida,... tres años de ternura.
Chavierín.
Muy bien Javier. Has dibujado la estela de tus sueños con esta loa a tu nieto. Has plasmado a la perfección esa complicidad íntima entre dos generaciones. La diferencia de edad no significa nada porque el pegamento de la ternura lo une todo.
ResponderEliminarFelicidades de nuevo por esos tres añitos y por la sensibilidad y el cariño que despliegas con tu nieto.
Mateo tendrá -te lo aseguro- un inmejorable recuerdo de su abuelo.
¡Enhorabuena!
Qué bonitas palabras, José Luís, muchas gracias.
ResponderEliminarTú sentirás lo mismo que yo con tus nietos,... lo sé.
Un abrazo.