Agradecido al programa Planeta Calleja por hacer llegar a la ciudadanía la historia de Segundo Bores, un perseguido del franquismo, enriscado en las alturas de las montañas de Potes, para salvar su vida.
Esta es la cueva que descubrió hace unos años el guardia civil Francisco Caso, aficionado a la escalada, y que sirvió para conocer en un documental, la historia desgraciada de esta familia al principio de los años cuarenta,... en los primeros años de la postguerra.
Segundo Bores. ( A pesar de algo de publicidad, merece la pena ver el video )
En la huida durante cuatro años, encontró una cueva refugio en una pared de difícil acceso para alguien que no fuera experto en la escalada. Allí, en un abrigo, habilitó su estancia. Hacía escapadas nocturnas para visitar a su familia hasta que al final algún vecino lo delató y acabó con su historia personal,... fue fusilado.
Francisco Caso, el escalador, descubrió la estancia del infortunado Segundo Bores, y contó el caso a Jesús Calleja, para que junto con el Presidente de Cantabria, Miguel Angel Revilla se hicieran eco de esta historia, la dieran a conocer y llenaran todo de pedagogía. Una historia muy triste, de represalias y venganzas de la dictadura, que merece la pena ver, quizá, para soltar algunas lágrimas.
Fue un documental muy bien realizado y emotivo, tutorizado por el presidente de Cantabria, el Señor Revilla,... para que la gente vea el dolor que ocasionó la Dictadura en España. Conocí esta historia hace unos años y siempre me rondó por la cabeza.
Yo siempre he sido muy sensible con estos agravios. A veces recuerdo a ese grupo de uncastilleros escondidos por Gabardilla, entre matorrales, para escapar de la muerte, o a esos llantos que soltaban las familias cuando detenían a un familiar por las casas. Las escenas de los trenes camino de los campos de concentración alemanes,... estas escenas vienen muchas veces a mi mente.
Sería bueno, que en las escuelas, los profesores les cuenten a sus alumnos la historia terrible de España,... seguro que la escucharán con mucha atención,... es muy fácil de retener.
Con mucho respeto he dado paso a recordar esta historia, porque llega hasta los adentros de la condición humana, la que cree en la dignidad de las personas.
La piedad es un gran alimento para andar los caminos.
En Santo Toribio de Liébana comenzó mi aventura de estudiante, guardo gratos recuerdos.
Chavierín.
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