ENTRE BAMBALINAS Y LUCIÉRNAGAS NACEN LAS FANTASÍAS, LOS RECREOS, LA IMAGINACIÓN SANA DE TUS MOMENTOS DE INFANCIA
" Como un pequeño lebrel mimado y contemplado, hacía sus paseos de descubrir mundos por ese arroyuelo de aguas cristalinas ".
Mundos mágicos de ojos que observan desde el ribazo,... las dos plácidas guinderas, pequeñas y rechonchas, se reían de mí y se preguntaban a dónde iba este pequeño corcel. El almendro colgante en la sima, haciendo malabares con su atrevimiento,... o la pomposa señora, el inmenso cerezo que dominaba todo,... el fruto,... la reunión,... las fiestas y la sombra,... sabía, que al final, todo el mundo iba acudir allí.
Risas y muecas brotaban del agua,... los cabezudillos de larga cola se preguntaban quién viene aquí tan distraído y enano, y las libélulas de colores, arrimábanse también a la fiesta del nuevo inquilino, haciendo demostraciones con sus alas, mientras, los brazos de las moreras atrapaban con picardía mi pequeño jersey, haciéndome ver, que en este lugar, existen bromas y gracietas.
Y en mi entretenimiento, una llamada puntual sentía yo, ----!! Mocé dónde estás que no te veo !!... ----¡ Aquí, abuelo, pescando en el agua !, ----¡ Hala ven, que vamos a soltar el agua para regar !
Barranco arriba caminaba yo de la mano de mi abuelo Luís, ensimismado con este nuevo mundo que acababa de descubrir.
En otro escenario me encontré con voces amigas, de risas y muecas. Otra vez en el mundo del agua, cuando mi padre me mandaba con el cantarillo a buscar agua al pozo de escaleras y sombras y techo protector con " millones "de litros de agua,... mientras, con el enfado y el miedo, me tenía que aguantar con las risas de los sapillos de la pared, de ojos lánguidos y placenteros que me decían que qué mala cara tienes hoy Chavierín; al final, con el cántaro casi lleno, una pequeña culebrilla se acercaba y me deseaba que tuviera un buen día.
JUNCOS Y AGUA FRESCA ESCONDÍAN ESTOS HABITANTES EN SU POZO DE LLUVIA Y SED
Y ¿ Porqué me dejaban entrar en su mundo fantástico ?,... porque en su mundo no había maldad, eran mis amigos del alma,... en ese lugar
A esas gallinas libertarias que poblaban el corral y se alejaban a su libre albedrío, yo les recriminaba que qué hacían por ahí tan lejanas, y ellas me respondían, que el mundo es suyo y que la raposa se las traía al pairo,... pero, cuando atardecía o había riesgo de tormenta, llegaban corriendo, zamponas, y me decían con desdén que ya hemos vuelto Chavierín a nuestro,... cubículo.
Destreza y ratos dulces pasaba este pequeño contemplador en las paredes del serenau observando a las intrépidas cabras, ratos y ratos de complacencia mutua, yo era el nuevo inquilino y les llamaba la atención. Allí aprendí a valorar el porte de esos animales alimentadores y obedientes.
LA ESQUILA SONABA POR LA CALLE MEDIAVILLA,.. LA BUENA DULA
Y esos inmensos campos de trigo verde, ondulado y evocador, eran mi eterno carrusel de saltos y escondites acompañado de la perra Fifí, discreta acompañante.
Y qué diría yo de mis pequeños amigos observados, los milanos que habitaban en el gran barranco de los miedos, profundo y misterioso, y las peiras y corculladas racioneras, muy amigas de los rebaños.
TEBEO MÁGICO DESCUBRÍ EN ESE LUGAR
Aunque recomiendan que no es bueno volver a los lugares donde uno fue feliz, después de muchos años, regresé a visitar la finca de Ubio. Con sorpresa, encontré todo muy deteriorado por el paso del tiempo, a duras penas se mantenía algún edificio en pié. El cubierto de los rebaños luchaba contra la intemperie y sólo la pequeña cabaña resistía con su porte de siempre. Me llamó la atención el ventano cerrado,... lo abrí desde fuera y en la obscuridad, con el flach de la cámara, fotografié el interior para ver qué imagen salía, presentándose en primera fila, el fogón y la silla de siempre al lado del fuego,... como esperando a alguien,... como queriendo decir algo. Sentí una gran emoción porque estaba contemplando el último resquicio del "salón" de aquella época,... de esa vida mágica, sencilla y feliz,...
Al final, comprendí, que lo que me querían decir es que contara cosas, vivencias,... y que me explayara como quisiera, porque los tiempos pasan pero las historias quedan.
Hoy tengo estas fotografías pintadas al óleo en mi casa, como invitados de siempre, en su residencia de descanso y recuerdos,... observados y mimados,... y con alguna que otra leve conversación,... de vez en cuando,... entre luces y candilejas.
Chavierín.
Preciosa evocación de los tiempos de infancia. Nos quedamos con la impronta de todas esas experiencias. El sello no se borra. Y preciosos cuadros en los que, de nuevo, queda reflejada tu alma de artista: pintor, músico, evocador de prosa amable y envolvente....
ResponderEliminarEnhorabuena de nuevo por esta nueva entrega, por esta porción recuperada de tiempos pasados que, paradójicamente, siempre tenemos tan presentes.
Un abrazo. José Luis