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miércoles, 5 de agosto de 2020

LA CHIMENEA DE LA CABAÑA,... en Ubio

          No es que quiera colocar estos pequeños relatos al mismo nivel que las pilas de agua bendita, pero como reverencia y respeto, siempre quedarán en mi memoria.

     .... la vida misma y la ingenuidad vivieron estos momentos....
     
     Porque siempre daban vida a los lugares y los adornaban con la inteligencia de su utilidad,...
    ¡ Cuelga la alforjica en alto para que no entren las hormigas, mozé !,... la rama auxiliadora de apoyo en la barranquera, aguantaba el gabán y la alforja,... siempre era la noguera la elegida.

    Y caminando por estas veredas, tengo que nombrar otro arquitecto anclado a la pared, el tocón de madera para atar las caballerías, fuerte, solemne, y con trampilla de grosor para sujetar el ramal,... me dijeron que la lazada venía artesana desde la guerra de Africa, cuando el ejército enseñaba a estos mocetes a ser hombres de provecho,... cuanto más tiraba la caballería más se apretaba el ramal.

    Y habían descubierto un burilador en la ventana de la cabaña para afilar las navajas, el hoyo y el meollo de costumbre daba fe,... ¡ despacico y por los dos lados !,... ¡ ras, ras, ras !,... suave soplo a la hoja de la navaja, y,... ¡ aguanta las patas del conejo, ¡ mozé !, que lo vamos a despellejar !,... el rancho se presentaba al completo,... a pesar de la guardia civil.

     Y desde el ventano descubrieron la utilidad de la dirección del viento, y por eso colocaron en el tejado del cubierto de enfrente, un palo con una veleta de hojalata que hacía de funcionaria del tiempo,... cierzo, bochorno o castillé,... daba todos los datos bien.

     Y entre varicas de madera vivía la artesanía de la utilidad, y construyeron perchas de ingenio para colgar los embutidos y la longaniza del Pintor, para almorzar a ciencia cierta, acompañados con la bota del vino de Magallón y colgarlas en la fresquera de prisión y aldabica,... para que no entraran las moscas.

    Otros detalles se acicalan para esta presentación, quieren estar, el candil milenario de aceites y trametas, acompañante, que siempre tenía su sitio al lado del fuego para iluminar los tientos de la chulla en la sartén,... ¡ Cuántos momentos observaría !,... como cuando veía a mi padre con el candil echando de comer a las caballerías desde la jalma del sueño,... ese era un gran acto de obediencia desde el Antiguo Testamento.

    También quieren estar para homenajear a estos momentos, el mobiliario de tronío, la silla y la banqueta del rancho,... y los baúles de guardia y centinela,... y los sacos de arpillera,... y el capazo de las patatas,... y las jalmas del sueño,... en el rincón,... junto a las ramas del fuego.
    Un pequeño golpe en la espalda,... ¡ se me olvidaba !, el salero universal, una pequeña cuba de madera que hoy está aquí conmigo en casa haciéndome compañía, más chula que unas pesetas,... también quiere estar,...
     
    Para el final me queda el defensor de la hacienda, el pozal de la chimenea, el encargado de evitar que cayera agua del cielo a la charata, su labor de defensa era tan fuerte que pintó las paredes de un color oscuro medieval,... cuando las carrascas no ardían bien....

    Y termino los relatos dando vida a algo que se desvanece,... la cabaña no ha resistido el paso del tiempo,... solo quedan las costumbres y la magia de su ingenuidad llena de melancolía y de bellos momentos que siempre estarán en mi memoria.

    Ubio siempre será Ubio.

    Qué le voy hacer.

     Chavierín.

      

    

      

lunes, 5 de febrero de 2018

EL TRACTOR LANZ Y LOS POEMAS

          Vuelvo a los páramos,.... a la campiña, a admirar los aros de humo que lanzaba aquel poderoso tractor,  allá por los años sesenta,.... valiente cuando subía las cuestas  cargado de trigo,... ¡ tuf, tuf, !. 
     Con fuerza, arrimaba el hombro en las siembras y labranzas, creando vida en las huebras, y pregonando que el futuro estaba en sus manos,... ¡ tuf, tuf,... tuf, tuf, !

     .....  una fuerza precursora cuando el campo empezaba a despertar....

     Y como merecimiento peculiar recreo esos momentos de entonces, tomando la siesta bajo el remolque, esperando al precursor del esfuerzo, con las viandas en la alforjilla y el cántaro de agua entre el lastón y, como compañero, la perrica Fifí, cazadora de fama en la val de Ubio, que también buscaba su descanso.

     ..... y de escritura en cartulina de juglar...
     
    " Mosquinera en molestia,... sonido sordo de cuervo ",.... " la acetrina del calor impregnaba las sienes  del sombrero,.... el cigarral cantaba a dúo con el fuerte calor,.... los cuadros de acuarela mostraban los momentos de la cosecha ",.... ¡ hala, mozé, que ha venido Pepe el Fusau con la pieza de repuesto !.... estaba en contemplación....

     Y prestos para empezar la recolección con medios modernos y para llenar los sacos de grano en grano,... ¡ átalo bien y cierra la toberica !,.... palabras sabias del eterno agricultor,... ¿ sale limpio el grano ?,.... ese día, el trigo apenas contenía balluecas,.....

     Embelesan estos recuerdos,.... esos momentos de labor bien hecha,.... " cuando la val se comportaba y devolvía el  esfuerzo de las largas esperas ",....

    Y tanto me embelesan esos recuerdos que iba a escribir sobre la cumbre de Davos y el engaño de bonanza de " motor " de la economía mundial, que cambio el chip, llamo a casa, y me quedo por estas veredas,... 
     
     Y me acerco al barranquillo de Ubio,.... y voy por sus orillas,... y observo los chopos de siempre,... 

¡ vaya, vaya, quien viene por aquí !

....mientras, las moreras delincuentes, presumen de la lana hurtada al rebaño,... 
...."de eterna pasa y compañía ",.... 
"y las barranqueras de ricos limos permanecían a su vera ",...
     
   ..... la ayuda del pañuelo del sudor.... " para seguir y escribir.... "
     
     " La fila de agua cristalina serpentea ajena a la realidad,... sólo quiere llegar a su destino ",.... mientras, te sientas con tranquilidad en los antiguos pastos del vadinal,.... " para sentir un poco más ",... y rodeas la poza bendita de caída de agua y sosiego,.... " para ensoñar y construir ",.... 
     
      Y subo a la era,... y " observo el cabañal a la deriva,.... está en el olvido,... sin nombre queda todo ya ",.... quizá, porque el progreso adormece las costumbres o porque al amo le gusta mucho la arqueología.
     
     Pero el paraje sigue incólume, lleno de libertad y prestigio, preparado para recibir al habitante emocional que de vez en cuando acude por esas tierras para recordar,.... nada más.

     A la mínima ocasión, hay que ir a dar vuelta,... " nada se olvida y todo nos reclama "

     Hoy, Chavierín, cambia la crítica política, por los poemas.

     Que le voy hacer.

     Chavierín.

    

jueves, 9 de julio de 2015

EL TIEMPO Y LA DISTANCIA,.... en Ubio

     "Ajado por los aires del desierto en su hamaca enmudeció " 

     El espíritu trepidante pide prestado esos momentos dulces al archivero de los recuerdos sin pagar una guinea, porque sabe que la historia recoge y recrea cuadros, a veces maravillosos, que nos dicen que aquello fue verdad.

    " El tiempo y la distancia cogidos de la mano "

     Y mento, porque se escribieron en piedra, esos relatos de las pequeñas cabañas  de las laderas del mundo, rodeadas de la soledad del tiempo, con su grito de gralla y dignas acompañantes, la higuera protectora y la balsa juncal, vigilantes perennes de lo que fue porque no quisieron caer en el abandono,... siempre están ahí, pequeños rincones y presbiterios que tuvieron vida y que siempre estarán en la memoria.

     "Ingenuidad y gente de bien poblaron esos recintos,... ¡¡adiós,... adiós,... vaya bueno,... sr. Luís !! "

     Y si el humo de la chimenea recrea los dibujos de esos lares de montaña, también podré incluir las escenas plácidas del fogón del rancho y leche de cabra, de aliagas y chiniplos mil, de navajas y pelado tierno de las patatas del ramblar,.... de la espera nerviosa en hambre del hervor, y la probatina con la cuchara de boj,... y sin obviar, incluiré también, a los animales de compañía que tomaron parte de la familia con sus servicios y atenciones,.. y yo, mientras, lavándome la cara en el bebedor de las gallinas,... historias de una vida.

     Y cuando la mies se digna a rellenar la era del esfuerzo, el trillo baila e invita a la aventadora auxiliadora a acabar la faena de trigo y subsistencia,... oficio  del mundo del secano especialista en separar la paja de la mies como si fuera el mandato divino,... vueltas y acarreos hacían los labradores a esa plaza pública de sacrificio y obediencia, para acabar el proceso con el sudor de su frente.
     
     Y placentero recordaré las tardes de merienda y cena, al albor de la faena, ensaladas magras de tomate y cebolla con algún producto leve del mar,... aceite y vino se juntaban con las olivas de capazo para celebrar el éxito del esfuerzo,... relajación y secados leves del sudor,... esos días el bochorno nos saludaba de buena gana,... éramos los primeros en dejar la plegadera.
      Se hacía de noche, el esquilatorio ruidoso del pastor nos indicaba que había llegado la hora del descanso, de preparar las jalmas de ensueño para dormir plácidamente o charlar a la luz del candil,... ventano abierto,... luna llena,... noche clara,... el crepúsculo saludaba majestuoso,... no había maldad en esas escenas de vida y existencia.
      Y como de pequeño me coleccioné esos momentos llenos de bondad y compañía, en la sesentena, cuando no puedo tomar el sueño lo consigo retornando en el tiempo a la jalma de la cabaña de Ubio,... elixir hecho con gotas de felicidad y cariño.

      A menudo voy a pedir permiso de uso al archivo de los tiempos,... lo veo conveniente, quizá, porque tuve la suerte de convivir con personas que dejaron mucha huella en mí.

       Nada queda en el olvido


     Chavierín

       


      

     

     

      

martes, 20 de mayo de 2014

CANDILEJAS,....en Ubío


 ENTRE  BAMBALINAS  Y  LUCIÉRNAGAS  NACEN  LAS  FANTASÍAS,  LOS  RECREOS, LA  IMAGINACIÓN  SANA  DE  TUS  MOMENTOS  DE  INFANCIA


" Como un pequeño lebrel mimado y contemplado, hacía sus paseos de descubrir mundos por ese arroyuelo de aguas cristalinas ".

Mundos mágicos de ojos que observan desde el ribazo,... las dos plácidas guinderas, pequeñas y rechonchas, se reían de mí y se preguntaban a dónde iba este pequeño corcel. El almendro colgante en la sima, haciendo malabares con su atrevimiento,... o la pomposa señora, el inmenso cerezo que dominaba todo,... el fruto,... la reunión,... las fiestas y la sombra,... sabía, que al final, todo el mundo iba acudir allí.

Risas y muecas brotaban del agua,... los cabezudillos de larga cola se preguntaban quién viene aquí tan distraído y enano, y las libélulas de colores, arrimábanse también a la fiesta del nuevo inquilino, haciendo demostraciones con sus alas, mientras, los brazos de las moreras atrapaban con picardía mi pequeño jersey, haciéndome ver, que en este lugar, existen bromas y gracietas.

Y en mi entretenimiento, una llamada puntual sentía yo, ----!! Mocé dónde estás que no te veo !!... ----¡ Aquí, abuelo, pescando en el agua !,   ----¡ Hala ven, que vamos a soltar el agua para regar !

Barranco arriba caminaba yo de la mano de mi abuelo Luís, ensimismado con este nuevo mundo que acababa de descubrir.

En otro escenario me encontré con voces amigas, de risas y muecas. Otra vez en el mundo del agua, cuando mi padre me mandaba con el cantarillo a buscar agua al pozo de escaleras y sombras y techo  protector con " millones "de litros de agua,... mientras, con el enfado y el miedo, me tenía que aguantar con las risas de los sapillos de la pared, de ojos lánguidos y placenteros que me decían que qué mala cara tienes hoy Chavierín; al final, con el cántaro casi lleno, una pequeña culebrilla se acercaba y me deseaba que tuviera un buen día.

JUNCOS  Y  AGUA  FRESCA  ESCONDÍAN  ESTOS  HABITANTES  EN  SU POZO  DE  LLUVIA  Y  SED

Y ¿ Porqué me dejaban entrar en su mundo fantástico ?,... porque en su mundo no había maldad, eran  mis amigos del alma,... en ese lugar

A esas gallinas libertarias que poblaban el corral y se alejaban a su libre albedrío, yo les recriminaba que qué hacían por ahí tan lejanas, y ellas me respondían, que el mundo es suyo y que  la raposa se las traía al pairo,... pero, cuando atardecía o había riesgo de tormenta, llegaban corriendo, zamponas, y me decían con desdén que ya hemos vuelto Chavierín a nuestro,... cubículo.

Destreza y ratos dulces pasaba este pequeño contemplador en las paredes del serenau observando a las intrépidas cabras, ratos y ratos de complacencia mutua, yo era el nuevo inquilino y les llamaba la atención. Allí aprendí a valorar el porte de esos animales alimentadores y obedientes.

LA  ESQUILA  SONABA  POR  LA  CALLE MEDIAVILLA,.. LA  BUENA  DULA

Y esos inmensos campos de trigo verde, ondulado y evocador, eran mi eterno carrusel de saltos y escondites acompañado de la perra Fifí, discreta acompañante.
Y qué diría yo de mis pequeños amigos observados, los milanos que habitaban en el gran barranco de los miedos, profundo y misterioso, y las peiras y corculladas racioneras,  muy amigas de los rebaños.

TEBEO  MÁGICO  DESCUBRÍ  EN  ESE  LUGAR

Aunque recomiendan que no es bueno volver a los lugares donde uno fue feliz, después de muchos años, regresé a visitar la finca de Ubio. Con sorpresa, encontré  todo muy deteriorado por el paso del tiempo, a duras penas se mantenía algún edificio en pié. El cubierto de los rebaños luchaba contra la intemperie y sólo la pequeña cabaña resistía con su porte de siempre. Me llamó la atención el ventano cerrado,... lo abrí desde fuera y en la obscuridad, con el flach  de la cámara, fotografié el interior para ver qué imagen salía, presentándose en primera fila, el fogón y la silla de siempre al lado del fuego,... como esperando a alguien,... como queriendo decir algo.  Sentí una gran emoción porque estaba contemplando el último resquicio del  "salón" de aquella época,... de esa vida mágica, sencilla y feliz,...
Al final, comprendí, que lo que me querían decir es que contara cosas, vivencias,... y que me explayara como quisiera, porque los tiempos pasan pero las historias quedan.

Hoy tengo estas fotografías pintadas al óleo en mi casa, como invitados de siempre, en su residencia de descanso y recuerdos,... observados y mimados,... y con alguna que otra leve conversación,... de vez en cuando,... entre luces y candilejas.

Chavierín.

martes, 31 de julio de 2012

DESDE LA CABAÑA DE JALMA,....en Ubio

¡¡ Están ahí  !!, en la penumbra, no tengo que hacer ruido,... levantaré con cuidado la tapa,... los recuerdos viven aquí, en la tinaja,.., y voy a coger uno cargado de emoción,... prestado, con devolución, sólo lo emplearé para escribir con el corazón cosas de ese lugar,...

Me apremian y me dicen que lo devuelva pronto porque el original lo guardan ellos en las estanterías de la vida,... del proceso, desde  pequeño, hasta cuando decidas contar tus idas y venidas para compartirlas desde el telégrafo moderno de tu casa.
...Sentado aquí, en la altura, observo la val,....

La evolución de la tierra dibuja los lugares,... les da el porte,... el encanto,... la belleza,... la atención y, después, los futuros pobladores deciden cómo adornar ese lugar. Allí, la val les ofrece tierras llanas, un barranquillo valiente que apenas conoce el estío, rodeado de montañas protectoras, pobladas por carrascas y chaparros, que  protegen a los rebaños y a los miles de seres alados de rigor.


Se decidieron,... el lugar les complacía, tierra fértil y acogedora.
Pasan los tiempos y la val toma vida, recibe atenciones extremas. Los meandros del barranquillo se llenan de árboles y chopos,... cada pequeño rincón toma vida y, mientras las primaveras colorean los vadinales con cientos de flores, las barranqueras llenarán los cestillos de frutos que acompañarán a los otros sabores,... el pan,... el rancho,... el espliego,... los calostros,...

Y qué decir de los habitantes llegados a ese lugar desde el pueblo lejano,... los que hicieron la obra y la ornamentación, personas de bien, sufridoras, que se identificaron con la val y mezclaron felicidad con esfuerzo.

Saludos tempraneros, desde la distancia, y la orquestina de las campaniellas del pastor, que nos dicen que el rebaño tiene que salir a pastar,... cigarricos, y un nuevo día comienza.

Allí, se palpaba la vida,... el medio para subsistir, trabajo rudo pero llevado con amor y, a veces, con jotas; en el fondo, fue una escuela de conductas y convivencia.

Pero los tiempos cambian,... la existencia moderna atrae y se olvidan los lugares. Los trabajos artesanales de corral y la huerta desaparecen,... pero la val se queda ahí,,,, despistada,,,, recibiendo ruidos de motor y mirando por las lontananzas para ver si vienen nuevos pobladores para pedirles que repasen los tejados de las cabañas abandonadas.

Fueron muchas las personas que dieron vida a este lugar. Desde mi memoria, podría nombrar a los pobladores del saludo, los de las barranqueras, los agricultores,... los pastores,... los García,... el sr. Pedro del Huerto de la Luna,... el sr. Ricardo,... José de Tertín,... Miguel de la Sabina,... mi abuelo Luis, mis tíos,... y mi padre Tomás, y todos, mostrando un gran apego por este lugar.

Chavierín, se permite, un pequeño homenaje en el recuerdo,... ya no están.


En este lugar, con el tiempo, aparecerán nuevas historias,... nada finaliza.


Chavierín.

viernes, 8 de julio de 2011

LA VAL DE UBIO en Uncastiello


Recuerdo bien aquellos años de mi niñez en mi casa de labradores, en el pueblo, cuando en el mes de junio llegaba mi abuelo Luis con la burrica cargada con cestas de cerezas y abridores, frutos del final de la primavera de la barranquera de Ubio que eran muy apreciados por el vecindario.
Mi madre Soledad se convertía en una feliz vendedora presentando el producto en el patio de la casa.

La finca, a la cual he nombrado alguna vez, en estas fechas, se convertía en un inmenso vergel con variedad de frutas y hortalizas al lado del barranquillo, rodeada  por los campos de cebada y trigo y por los sonidos de las esquilas del rebaño que pacientemente cuidaba el Sr. Ricardo.

Yo, imberbe jovencillo, me adapté bien a las temporadas de verano. Hacía compañía a mi padre Tomás e intentaba ayudarle en lo que podía, algo así como engrasar los trillos, ir por agua al pozo, pelar patatas para el rancho, recoger las gallinas, llevar a abrevar a las caballerías....
Era feliz con mi mundo, de nidos de milaneta,... de peira,... de sargantanas,... de ranas, de "medicos ",....de vitalidad,... de observar largos ratos al ganado en la pared del serenau y de imbuirme del olor a sirria y a mies que llenaba el ambiente.

Años dorados. Mi padre me decía que los años más felices los pasó en este lugar cuando nosotros éramos pequeños,... lo puedo corroborar, formábamos un buen tándem, yo también era feliz.

La caída de la noche enrojecía el haz de luz de los candiles en la ventana,... se dibujaba una estampa digna del secano aragonés, la paciencia y el empeño en el rudo trabajo. Acababa una jornada y las gallinas impacientes anunciaban el comienzo de otra, su ciclo vital les llamaba... y Chavierín.... a echarles de comer.

Otro día escribiré sobre la "historía interminable " de Ubio, hoy sólo presento un sentimiento en el recuerdo,... me apetecía retornar a este lugar,... para recordar a las personas que ya no están, y pasar un rato triste-alegre en ese, para mí, lugar de ensueño.

Estos días me voy de vacaciones a Alpartir, el pueblo de mi mujer, allí disfrutaré del olor a serenau, de la compañía del burrico de Francisco y de los cantos nocturnos del cuco y del cuclillo, bonitas sinfonías para las noches de verano,... tengo experiencia...

Estas son unas maravillosas secuencias de la vida que he tenido la suerte de disfrutar.

¡¡¡ Ponte el sombrero, mozé !!!.

Chavierín.

viernes, 27 de agosto de 2010

EL DEPREDADOR,....en Ubío


Dicen que los lugares de ensueño son los que en algún momento nos ofrecieron felicidad,... belleza,... alegrías,... recuerdos,... los causantes de la melancolía y la emoción.

Estando unos días de vacaciones en el pueblo, en Uncastillo,... en el de las siete iglesias, en el del ambiente medieval, mi hijo y mi sobrino Alberto me propusieron ir a visitar la finca de Ubio, la que durante muchos años llevó mi familia y a la que hacia tiempo que no visitaba.

La idea me pareció bien y nos pusimos en marcha con la mochila,...

Ellos no habían estado allí desde pequeños y era mi ocasión para explayarme y contarles la historia de cada rincón. Ellos, muy cucos, en plan socarrón, me insinuaban que ya podía empezar,... se esperaban el rollo, pero aguantaron el chaparrón. Yo muy locuaz intentaba transmitir mis vivencias, y creo que lo conseguí.
La voz, en este caso, es importante para que las historias continúen.

Dejando de lado las historias del alma, puedo decir, que la finca estaba plena, con los campos de trigo y cebada recién cosechados y con los montes repletos de grandes chaparros y carrascas,... y pululando por el lugar, los abejarucos y aguiluchos de siempre, mientras, la luz y el color  impregnaban el vadinal de reposo y natura.
..... Y del morral de los pastores saqué esta reflexión,....
La naturaleza, en este lugar, va por su cauce,... como siempre, pero no el excesivo silencio,... falta actividad humana, falta pastoreo. La cabaña y los corrales, en otrora llenos de vida, se van derrumbando, al igual que las pequeñas fincas de alrededor, dejando una gran carga emocional para el que conoció de cerca los buenos tiempos.

Los tiempos cambian, el progreso, de una forma figurada, se convierte en el depredador, no deja retabillo sano; la calidad de vida busca el abandono de formas de vida de antaño,... de cabañales,... de pueblos abandonados,... de fincas,.... de huertas.... esto funciona así,... pero algo podemos hacer,... recuperar y cuidar estas edificaciones para que las futuras generaciones conozcan cómo vivieron sus antepasados,

Reflexivo se despide Chavierín.....