YA ESTAMOS AQUI

     Como esa trenza  que la buena dama hacía con el cabello de su hija,....con delicadeza,... parsimoniosa, así han llegado con tiento, los deseos llenos de criterio a la urna de los sufragios, octavillas con nombres y santos de jaculatoria urbana, para que nos traigan dicha y bienestar.

     " Y entre zarzas y abrojos la inminente lluvia se abría paso para inundar las tierras de esperanza "

     ¡¡ Y qué más queremos pues, si hemos rescatado a una buena parte de la sociedad del dindoneo y las barcas de fiestas,... mientras esa buena señora repartía copicas de anís en la caseta del tiro,...!!, qué mas queremos, si hemos conseguido que el gramo de cordura se cotice al alza en los parlamentos de cuentos y comedias.

     Prolífico escribidor el de la plaza de Santa María de Uncastiello que se empeñaba desde hace años en acentuar y denunciar los designios torcidos de la convivencia sacudiendo estopa y badana a los crueles condes del abuso y la desesperación,... está feliz.

     " Y tintineábale las campanillas de la dula para decirles que el hombre sin razón está encerrado en su quileta del aislamiento, porque los nuevos tiempos del criterio y la racionalidad que se avecinan, no va con ellos ",... se encuentran desorientados.

     Generosidad portan las damas en sus capazos llenos de bien y costumbres para empezar a hilvanar una túnica llena de sapiencia y argumentos. La señora del Madrid, Manuela Carmena, maravillosa, o la señorita Ada Colau, mandona y con criterio, o la valenciana Mónica Oltra, aguerrida, están enamorando al ciudadano español, cansado y defraudado, con su valentía,... están siendo las estampillas que anuncian  tiempos diferentes para deleite del ciudadano sensato.

     Y por fin, junto con ellas, como ejemplos, ha llegado el pensamiento aleccionador encontrado en las calles y en la universidad, con el mismo valor y testura a los parlamentos, donde se escriben y presentan los problemas sociales para exigir y denunciar,....   maravilloso

     Estamos viviendo en España unos momentos apasionantes,... con expectación, de cómo asimilarán los políticos de siempre las demandas de los nuevos inquilinos y si serán capaces  de cambiar la forma de hacer política.

    La rama de la racionalidad y sensatez la sembraron los ciudadanos valientes en  las plazas de las protestas y ahora vemos sus frutos.

    Es muy duro ver sufrir a las personas por el abandono de sus dirigentes.

    Con positividad espero nuevos tiempos

Chavierín