" Cuando el bruto estruendo de la sinrazón invade nuestro corazón, te hastías y hechas en falta que en las aulas del mundo no se reflexione lo suficiente sobre el valor de la vida y su descubrimiento "
..... lamentos y aturdimiento.....
Y empiezo por la placidez que transmitían las gaviotas en el alféizar de ese apartamento de las alturas de Oporto. Sus miradas de confianza, intentaban escribir historias más bellas que las noticias tristes que llegaban desde Barcelona,.... asentían y comprendían nuestra tristeza.
Y entrelazas y te pones en el lugar del turista que transita las calles de Oporto y en el de Las Ramblas de Barcelona que sólo van a disfrutar de las bellezas que el hombre ha sabido construir, y no entiendes nada.
Y te sacas un ticket,... y otro,... y otro,... y te pides un vino clarificador en la barra del andén esperando las sorpresas que vas a conocer,.... Y coges a tus hijos de la mano y los mantienes cerca porque pronto va a llegar el revisor,... Y llegarán mares e iglesias,... y monumentos,... y algún que otro plato de abadejo que te trae ese educado garçon,... ¿ Ha sido de su agrado la cena ?,... ¡ Pues claro,... faltaría más !
Y te impresionas con los grupos de turistas que vienen de todas partes del mundo,... e intentas construir tu torre de Babel con tantos idiomas,... pero no hace falta porque la delicadeza y el saber estar, llenan los principios de ciudadanía del mundo,... Y entablas una leve conversación con lenguas de otros lares,... y rozas con delicadeza la cabeza del niño que se acerca a tu mesa,... y entre todos, creamos una atmósfera de paz y tranquilidad,... para mostrar y enseñar,... ¡ A ver cuando venís a nuestro país !,... y al final te preguntas,... ¿ Porqué hay personas que se empeñan en romper esta armonía ?
Y sigues y observas las miradas atentas a las explicaciones,.... todo lo quieren conocer y aprender,... y sacas tu camerata y guardas en ella los instantes que con el tiempo mirarás y volverás a rebuscar,.... de ese lugar del mar y las gaviotas....
Y vamos todos por la rivera,....cerca del mar y la esperanza,... y nos paramos a escuchar algún fado melancólico,... y te integras más, si cabe, con el sentir de ese pueblo porteño,... y te despides en la última cena del joven camarero y le deseas lo mejor porque tienen una ciudad muy bella y con mucho futuro,... y subimos la cuesta hasta la vivienda y ahí nos esperan como siempre las gaviotas del alféizar, que nos dicen,... ¡ Que seáis tan felices como aquí, en otras partes del mundo !
Las maletas con ruedas, de llavecica y aventura, llegan hasta esos campos de vuelos altos,... cerca de las estrellas,... y miras para abajo desde el avión, y ves la planicie y la natura, y te das cuenta, mirando al cielo, que no es de ley lo que ha ocurrido en Barcelona.
Los huéspedes, los ciudadanos que quieren conocer todos los rincones del mundo, están tristes.
Algún día aprenderemos.
Con respeto, les dedico esta oración
Chavierín.
Nada bueno se puede esperar de la sinrazón de los radicales. Así ha sido y así ha pasado lo que ha pasado. Y nada mejor que apartarse uno de la cotidianidad para tomar correcta perspectiva y confirmar ¡menos mal! que lo que abunda es gente buena y solidaria.
ResponderEliminarYa veo que lo has pasado bien por Oporto. Y que te ha servido de excelente recurso literario en tu relato de cariño y comprensión por las vidas inocentes segadas vilmente en Barcelona. Como no puede ser de otra manera comparto tu tristeza y me sumo a tu oración.
Un abrazo. José Luis