Quizá por que estoy abrumado con los excesos de las grandes guerras y de la guerra civil española, acudan a mí, preguntas en busca de respuesta.
Y me devaneo la mente, y en conclusas, saco la urdimbre del pensamiento y observo que en este telar del bochorno, completa la trama de desavenencias el ideario conservador,... los del cuero fino y porfía, los de las manos atrás y disciplina,...
.... pesadez....
Y para calmar el espíritu del enfado, me iré al barranco de Ubio y dejaré flotar por sus aguas la canoa de mimbre que en placentero me construí de crío, para que despierte la sensatez en mis escritos y las reparta allende los mares.
..... y en breve ensayo para entender....
Extenderé una sábana de pajar en el suelo para asimilar mejor ese desasosiego de conducta, y miraré al infinito.
Y empezaré por rellenar las dos carpetas de alguacil que me compré en casa Marianico, de color marrón, las que se empleaban para meter las letras de cambio, y guardaré los postulados de pensamiento, de izquierdas y derechas en papel destraza, para aliviar mis conjeturas y contrastar las diferencias.
..... empezaré de soslayo....
Si la izquierda habla de filosofía, de ética y moral, para llenar los momentos de criterio, el mundo conservador habla de teología, de religión y obediencia divina, un mundo etéreo,... llevan mal los postulados filosóficos.
El hombre de negocios, el empresario, suele beber vinos de distinción y reuniones en el coto de punta verde y montería, para marcar la diferencia de clase, mientras el hombre revolucionario de izquierdas se mueve en el mundo del granel y el agradecimiento por la hogaza de pan.
En el mundo de la educación los conservadores hacen mutis por el forro a la educación pública, la ven mundana y no va acorde con su sentido de orden y disciplina, porque están acostumbrados a comer aparte.
Si nos ponemos a presentar ofrendas en el mundo de lo bello y necesario, la izquierda hablaría de ética,... de moral,... de buen royo,... de igualdad,... de derechos humanos,... de la paz,... de un mundo feliz,... mientras el mundo conservador diría que todo eso son chorradas.
Si nos ponemos a dialogar, los postulados de la izquierda serían, el entendimiento, llegar a acuerdos, razonar, usar la empatía,... mientras que los de la derecha, serían,... ¡ no hay más que hablar ! o no hay más cera que la que arde,... y si no quieres,... ahí está la puerta...
Por pensar, creo firmemente que la izquierda se mueve más en el mundo de la lógica de la convivencia; su romanticismo y su visión de la vida les hace ser así, viven en el lado limpio de la vida, en el de la claridad y la reflexión, son juiciosos y tienen muy presentes los aquelarres ocurridos a la humanidad. La contrariedad la presenta el pensamiento opuesto,... estuvieron implicados en todos los capítulos de sufrimiento y les cuesta asumir semejantes desvaríos.
Desgraciadamente es más potente el mundo que rodea al pensamiento conservador,... el financiero,... el fundamentalismo,... la ecclesia,... las influencias,... los polígonos industriales,... los falsos convencimientos por tradición,... los clubes privados,... la casta,... el barrio de Salamanca,... que impiden el buen funcionamiento de la razón para entender la igualdad,... la obstinación la tienen por bandera,... únicos y elegidos.... ¿ porqué nunca les importó el dolor ni el sufrimiento ?,... ¿ porqué las caras de clemencia no hicieron mella en sus sentimientos?,... nunca supieron medir el horror.
Ante lo expuesto, el ecualizador del sentido común lo representa la izquierda, la que pone templanza ante las situaciones de derechos y dignidad humana,... siempre necesaria,... en meditación
Difícil de asimilar la realidad desde este telar.
Que le vamos hacer.
Chavierín.
Joer, Javier; combinas como nadie esa fórmula tan tuya de entreverar experiencias pretéritas con reflexiones de lo más actual.
ResponderEliminarUtilizas experiencias infantiles para remarcar las miserias de las guerras. Hablas de telares y de las enormes divergencias entre el rancio operar de la derecha y la altura de miras de los que quieren atender más al bien comunitario.
Está claro que lo que nos impactó emocionalmente -especialmente de niños y en la época núbil- nos sirve de marco para analizar hechos actuales con el apoyo de las nuevas herramientas que hemos adquirido.
¡Buenos combinados literarios prepara usted!
Para mí, el próximo, con unas goticas de anís de Casa Jordán s'il vous plâit!