martes, 6 de noviembre de 2018

DICEN QUE EL FINAL ES EL OLVIDO

                    Cuando la banalidad rodea el dolor causado por las grandes guerras, no esperemos ningún acto de contrición por parte de los insensatos, porque visto lo visto, para ellos, el dolor y los desgarros, no tienen ninguna importancia. 
     Pedrería y pigerío inundan la convivencia, dejando el criterio en las cunetas que llenan las conversaciones de intranquilidad, teniendo claro, que la razón en su mundo, apenas tiene valor. 

     ..... no hay derecho....

     Después de haber pasado España por años duros por culpa de la crisis y de aguantar a un gobierno indecente, vienen otra vez los mismos, con su desorden emocional, a conquistar el poder. Llega la moscarda de la derecha profunda con sus aquelarres de miedos y amenazas, intentando llegar al hueso del jamón que se quedó colgado al salir corriendo de casa en 1936.
     
     Estamos cansados de estos políticos excéntricos y de los nacionalistas que no colaboran en nada. En España, el gobierno se encuentra emparedado entre estas dos vertientes de intereses que apenas le dan opción para gobernar.
     Vivimos en el mundo de lo banal, sin querer estudiar, y sin saber diferenciar, entre lo que está bien y lo que está mal y sin pensar en lo que es mejor para el país.
     .....por eso.... me remito...

     Recuerdo de pequeño, con cuanta atención escuchaba los relatos de lo que pasó en Uncastillo durante la guerra civil viendo asomar las lágrimas de los narradores; el encogimiento de hombros por el dolor  observado, me afectó y me hizo pensar,... y ver con claridad en mi vida, que la maldad no tiene cabida en el mundo. 
     De jovenzano, con más criterio y curiosidad, me leí libros de las grandes guerras,... de los campos de concentración, de Mattausen, de Mariano Constante, al que conocí. Ya de mayor, consulté libros de la guerra civil en Aragón, como el de José Borrás que hablaba del cementerio de Torrero,... del convento de las capuchinas de Barbastro,... de los represaliados en las Cinco Villas, con nombres y más nombres en el paredón,... y las anotaciones y relatos de Jesús Pueyo Maisterra, un buen hombre, que me consiguió emocionar. Siempre me pregunté, cómo fueron capaces de cometer semejantes atrocidades.
   Con el paso del tiempo esa curiosidad acabó,... y cerré los libros que sonaran a confrontación y exterminio,... el leerlos, lo pasaba mal,... me producían rabia y dolor.

     .... pero aunque me pese....

     Por esta siesta de hamaca que vivimos, aunque hayan pasado los años, ahora, sería el momento del magisterio,... de enseñar, de exponer de nuevo historias, secuencias y documentales del horror de las últimas guerras, para ver si así podemos incrustar un poco de indignación en las mentes perdidas que flirtean con esas etapas.

   Dicen que el final es el olvido,... y es verdad, porque si no tenemos presentes los horrores cometidos, podemos caer otra vez por el pedregal de la desesperación,... no podemos vivir sin memoria.
    
    Con respeto,... quizá un poco cansado....

    Chavierín



     

     

     

1 comentario:

  1. Emocionante recordatorio y palabras muy sensatas nos traes hoy con tu artículo. El tono del debate político se eleva a niveles ya alarmantes. Y los que más vociferan son los más peligrosos; los más extremistas.
    Efectivamente, el recuerdo de las generaciones represaliadas no debe caer en el olvido y nos alerta de lo que puede ocurrir cuando se quiebra la convivencia.
    ¡Ojala tus consideraciones lleguen a los oídos de los interesados!

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