Vienen a mi memoria unos momentos de infancia, de cuando entre frascos de masajes Floid y conversación, estaba haciendo honor a mi desmelenado en la peluquería de Cleofás de Uncastiello; entre tijeretazo y silencio, apareció el lamento del peluquero,... ¡ vaya pelo basto que tienes, mozé !,.... la tijera debía crujir durante la siega,... Al final, el asentador afilaba la navaja de la destreza y nuca suave quedó para ir por las calles más chulo que un ocho, y.... ¡ un momento Alcubierre !, ¡que te voy a echar unos polvicos de talco para que no tengas escozor !.... ¡chuf !, ¡ chuf !.... al uno o al dos, medida savia para que aguantaran el paso del tiempo mis crines,... así me fui por las calles de costumbre y Dios mediante,.... sería a principios de verano del 62,... digo yo....
..... y en símil protección para el escozor.... lo bello....
Después de varios artículos y jornadas de ejercicios espirituales en mi blog, sobre la conveniencia de la filosofía en las aulas del criterio, recibí con satisfacción la noticia salida del congreso de los diputados, de que después de cinco años sin filosofía, dada de baja por el anterior gobierno, se ponía de nuevo en los libros para su estudio como materia fundamental para el pensamiento y la ciudadanía. Me alegré de que todos los grupos políticos entendieran la necesidad y se pusieran de acuerdo con impartir la egregia asignatura,...¡ algo es algo !,... pensé,... salimos un poco de la confrontación.
..... y por oportuna coincidencia....
Y como va de suave espolvoreado y complacencia fina, me tengo que quitar el sombrero ante Michael J. Sandel, premio de las Ciencias Sociales del Princesa de Asturias por su bella disertación de agradecimiento en la entrega de los premios.
Habló sobre la importancia de la filosofía para llegar a la reflexión global y alcanzar la justicia social orientada al bien común, evitando así, que los gobiernos intervengan en las economías de mercado. Comentó que la filosofía es la luz que se encuentra en las aulas y en las plazas públicas para poner en marcha el debate publico y alcanzar la igualdad entre la ciudadanía. Insertó al principio del relato, con delicadeza, los orígenes sefardíes de su familia y conminó a la convivencia porque la democracia está pasando por momentos osbcuros. Belleza y reflexión y mucha emotividad, nos regaló este señor.
Los premios Princesa de Asturias reconocen los méritos en muchos campos de actividad, investigación, deportes, literatura, periodismo, etc. etc., dándonos a entender que la ejemplaridad y el trabajo bien hecho siempre tendrá aceptación en todo el planeta.
Cuando escuchas los agradecimientos de estos señores premiados, te das cuenta de que el reconocimiento y los golpes de ánimo en la espalda a nadie nos vienen mal.
Había boato y celebración para festejar la ejemplaridad,.... pero sobraban dos personajes de moda, el Casado y el Ribera, que por su forma de pensar no pintaban nada en esta celebración,.... les vienen grandes estas reflexiones....
¡ Cuánto se agradece la educación y las buenas actitudes ante la sociedad !
¿ He salido gordo del esquile ?
¡ Bien, mozé, bien, te lo ha cortado Cleofás !
Chavierín.
Muy bueno Javier, me has hecho reír con tu esquile en la barbería de Cleofás, tu pelo fuerte y abundante algún esfuerzo le costaría.
ResponderEliminarVeo todos los años la entrega de los Premios; es una buena ocasión para ver y escuchar a personas que tienen algo que decir y ese algo merece la pena. El profesor Sandel me gustó mucho, de principio a fin. Encantadora la abuelita de los Océanos, y la reportera mexicana, admirable además de valiente.
Desde Leanés un abrazo
Ja, ja, jaaa!!! Los que teníamos pelo lacio nos ahorrábamos los rezongues de Cleofás. Lo malo es que -a cambio- la calva nos empieza a brillar antes.
ResponderEliminarExcelentes elogios de la filosofía y -de paso- buen varapalo para los que se dedican a la política sólo para generar mal ambiente y crispación. Aunque parece estar ahora de moda; yo no les veo ningún futuro por ese camino.
Un abrazo, chavalote
JL