¡ Qué poco dura la alegría en casa de los pobres !
Y siénteme a escribir en desdicha por no alcanzar lo deseado en este país de los imposibles y,... ¡ enójeme !,... ¡ me cagüen el turrón !,... y es que, después de expulsar al anterior mandatario, creíamos que el pensamiento abierto iba aprobar las cuentas para cumplir con la bondad del necesitado y nada de eso ha ocurrido, el chantaje del nacionalismo ha contrariado al gobierno y nos encontramos de nuevo en el grupo de los países inmaduros,... el poder, sencillamente, no reside en el pueblo.
Desafección,... hastío, este sería el canto del juglar con la política. Cuando se creía que el hada de la normalidad iba a repartir prebendas a los ciudadanos, llegan los cruces de desdichas y asombro en el parlamento y niegan el capazo del sustento al pueblo que lo esperaba con premura debajo de la ventana,... lo bueno que nos iban a dar, el prefecto lo prohibe,... con el estómago vacío se controla mejor al populacho.
.... ¡ y navajicas llevaban en el bolsillo, por si acaso, para pelar de vez en cuando,... alguna manzana !
El prefecto y esa forma de pensar inclemente de la derechona va llenando los momentos de tristeza; cuando se creía que el país tomaba visos de normalidad para tener alguna cosa más, la ausencia de compromiso destruye otra vez las esperanzas y te preguntas en qué país vivimos,... cunde el desánimo.
Y es verdad que la idea del gobierno era quitar poco a poco las malas hierbas del país en el que vivimos.
Con ganas empezó,... e intentó ilusionar a la ciudadanía de una forma diferente,... con corrección, y sembró entusiasmo en la gente que estaba cansada de años de aprobio y desgobierno,... pero no pudo ser,... la derecha no dio oportunidad a la esperanza y pronto volveremos a las urnas a votar de nuevo.
¿ Qué escuela de calor emocional queda ?
Al ciudadano que se precie le queda el enfado y la tristeza,... tristeza por el mundillo catalán, por su obcecación y por la imagen que estamos dando ante la justicia, digna de la Edad Media pero no de estos tiempos,... el nacionalismo ha sido causa de muchos males y lo tendrían que entender.
La seriedad y la campanilla la han presentado el gobierno de Sánchez y la ilusión de sus ministros,... y el sabor amargo, los últimos de la escuela, los del club de los imposibles del postín y banderola,... ¡ Don Rodrigo !,... ¿ qué vamos hacer con ellos si no se saben bien el catón ?
Quedan unos días aguerridos de encuestas y ocurrencias, de temores y retrocesos, será de ley el ir a votar para ahuyentar viejos fantasmas y huir de la incertidumbre.
Aun con todo, no es niebla y sombra el porvenir.
Chavierín.
En fin, habrá que acostumbrarse a la incertidumbre, Javier. Aún con todo; a pesar de lo que dices -que tienes toda la razón- yo reitero mi optimismo con nuestro país.
ResponderEliminarMi "viaje virtual por el mundo" me está mostrando que, a la vista de cómo respira la tierra y la gente que la habita, con todos sus males, España es una gran nación.
Y vivir en su territorio, todo un lujo. Hay muchísimo que mejorar, no lo niego. Pero desde esta perspectiva global, creo que hemos sido unos afortunados al nacer aquí.
¡Un abrazo, chavalote! Los almendros ya están en flor y también los romeros.