miércoles, 8 de abril de 2020

PEDIR PERDÓN

              " Dejemos que la vida solo se marchite igual que las flores,... por natura,
                 como las agujas del reloj que no marcan bien el paso del tiempo,... por deterioro,
                 solo por eso, por esa verdad,... como los cuentos que nos contaron a la luz de una vela,... 
                 los que se quedan en el corazón y que perduran en todas las vidas,...
                 como el amor a nuestros padres. "


          Muchas veces me pregunto en qué mundo vivimos, si lo que nos enseñaron del respeto y la adoración a nuestros mayores, solo sirve hasta la esquina de al lado del pueblo; más allá, se encuentra la necesidad de dejar en otras manos el cuidado, con buena intención, por obligaciones adquiridas. Tienes fe y confías que ahí estarán bien, como casi siempre es, pero olvidamos que un centro residencial está hecho en el fondo, para hacer negocio con rendimientos prontos. Solo queda la esperanza de atención de la cuidadora que se crió con esos principios como garantía de buenas maneras. Todo está organizado así.

     Estos días estamos sufriendo uno de los capítulos más sangrantes de la epidemia. Muchas personas mayores están muriendo,... demasiadas. El virus les ataca violentamente siendo las residencias el mayor foco de infección. 
     Todo el país está metido en esta disyuntiva, y llama la atención la respuesta de los tutores de las residencias, en muchas han actuado bien, poniendo en marcha el protocolo, en otras, las mas lamentables, han abandonado dejando a su libre albedrío a los internos, encontrándonos con casos sangrantes que rayan en la falta de humanidad.

    A los que nos hemos criado en el respeto máximo a los mayores y a despreciar el sufrimiento, estos casos, nos están resultando lacerantes, tanto, que nos sentimos tan culpables como esos gestores de medio pelo que no han estado a la altura,... ¡ Cómo puede ser que se nos escapara el prever  semejante daño ! 
     Te pones a pensar y haces una breve reflexión sobre lo que ha sido la vida de nuestros mayores y qué final han tenido,... los de más de ochenta años,... aparecen las lágrimas en los ojos,... ¡ Qué mancha más grande ha quedado en el país con nuestros mayores !
     Nuestros mayores no se merecían semejante final, nacieron en un país difícil y han estado siempre pendientes de los hijos y los nietos, y cuando les llega la etapa de la tranquilidad, esta catástrofe se los lleva por delante,... no es justo.

     No sé cómo vendrán los tiempos de ahora en adelante, pero una cosa está clara, la gestión de la vida y las residencias de nuestros mayores, la tendrán que organizar personas con sabiduría y con una sensibilidad especial.

     No hemos sabido estar a la altura,... les pido perdón,

     ¡ Grandes personas, sencillas, poblaron nuestro país !

     Emocionado,... 

     Chavierín
     

      
     

          

           

     
          

     

     

               

1 comentario:

  1. Tienes más razón que un santo. Y lo has explicado de maravilla. Se nota tu sensibilidad a flor de piel.

    Esta cuestión es dramática y, efectivamente habrá que revisar muchas cosas en el régimen de funcionamiento y la cualificación del personal de las residencias.

    Tus reflexiones son muy sensatas y de un gran valor. Se nota que, "you speak honestly", que hablas de corazón.

    ¡Enhorabuena por tu alegato sobre los mayores!

    Saludos desde nuestro obligado confinamiento

    JL

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