sábado, 9 de mayo de 2020

CUANDO SUBE LA MAREA

               Recuerdo la situación curiosa que me ocurrió en el pueblo de Isla, en Santander, cuando para observar el mar tuve que atravesar un bosque tan frondoso que apenas podía pasar la luz. La tensión que recibí de cierto misterio al salir de la espesura y llegar de repente a los acantilados, me asustó, mi vértigo con los miedos y el sentirte rodeado por el mar, preso del agua, encogió los temores de un hombrecillo que está acostumbrado a la seguridad de los "campos de Castilla",... la inmensa mole de las aguas del mar siempre me ha llamado la atención, y más desde los arrecifes,... la fuerza de la naturaleza en todo su esplendor,... no somos nada... 

     .... Cuando las aguas del mar van y vienen por el magnetismo de la luna,... entre ellos se llevan bien...

     ..... sirva como prefacio de escritura ..... para hablar de los miedos

     Y no habría nada más que hablar por los miedos y la penumbra de futuro que nos acompaña por esta rebeldía de la naturaleza, pero es conveniente y necesario acostumbrarte a vivir en lo que puede ser un mundo distinto, rodeado de este pulgón que nos amenaza, volverte trivial y mantener las distancias de los unos con los otros,... 
     ¡ Unos por el barrio de San Juan !,... y otros, por San Martín !,... ¡ Qué preparo !,... ¡ Quién nos lo iba a decir, señor Delfín !,... ¡ Nada, nada, no hay más remedio !
     
     Hoy no sabemos nada del futuro, ni cuándo acabará esta epidemia, hoy veo todo con una redecilla puesta en la cara que me dice que todavía soy prisionero del investigador y de su acierto con los alambiques,... ¡ Cuándo acabará esto mozé !,... ¡ No lo sé, abuelo, no lo sé !...
     Cierto miedo queda en el ambiente, quizá porque estoy leyendo más de la cuenta las columnas de los entendidos que no ven la situación con claridad y que anuncian, además, algún rebrote en el otoño,... ¡Quizá el aguantador también se canse !
     Estos días estoy observando la salida de los mayores de setenta años por el parque, reposados, pertrechados con su mascarilla, con un color muy bajo de piel y quizá cansados de la situación,... a estos señores, si pudiera, les daría montones de esperanzas.
     
    Quizá porque sube la marea emocional, toque escribir con un poco de agobio; haces cuentas de los meses de espera y no ves la salida.

     Pero bueno, entre algo de vida indoor y un poco de autdoor, te sientes con fuerzas para aguantar lo que venga,... tenemos que estar ahí... para ayudar a los que tienen que salir para adelante.

     ¡ Animate, Chavierín, que te veo un poco pocho !,... ¡ No hay problema !,... ya he puesto un cuadro de Monet para observar todo de colores....

    Chavierín
     

1 comentario:

  1. Nada, mozé. No queda más remedio que adaptarnos a la "nueva realidad". Yo creo que a los que hemos vivido nuestra infancia sin límites físicos ni coerciones todavía se nos hace esto más cuesta arriba.

    Pero hay que adaptarse. No hay otra. Echar mano de la imaginación y crear en tu mente, asimismo, nuevas realidades.

    La iniciativa de colocar y contemplar un cuadro de Monet me ha parecido de lo más acertado.

    Un abrazo. ¡Ya estamos en la fase 1!

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