viernes, 23 de octubre de 2020

VIVO SIN VIVIR EN MI


 
           No sé cómo voy hacer para interpretar la titulación de este escrito,... " pues por su fama estos destierros duros son ",... "vivo ya fuera de mí ",... " esta cárcel, estos hierros ",.... Santa Teresa de Jesús trenzó unos poemas de amor místicos hacia el creador y la contemplación, y yo, atento al salto de perdiz, de Doña Teresa, tomo prestados unos versos de su poema y hago de la titulación virtud y, del deseo, la paradoja y mi dilema.

     ..... cuando te oprime el aturdimiento.... 

     En estos tiempos que corren, ahora que uno se hace mayor, va descubriendo el valor del trato y las atenciones, los,... ¡ oiga por favor !, ¿le puedo hacer una pregunta?, han perdido la riqueza de la buena educación, apareciendo en vez, el desdén en la respuesta por ser persona mayor e impertinente. Ante esto, mi dilema es vigilar y controlar,... porque aunque mi caparazón es de persona mayor presta para la vacuna de la gripe, mi cerebro funciona como si tuviera quince o veinte años menos. Esa lucidez me permite analizar los detalles y los atropellos y detestar esa conducta.

    Pues sí, ¡ un poco pesados son estos jubilados !, los que llenan las colas de comidas y butifarras gratis a la puerta del ayuntamiento, los que por un escozor de nada, inundan las urgencias y vuelven loco al personal. De esas conductas vienen las interpretaciones para restar méritos a la tercera edad,... a veces te da miedo hasta sacar una entrada en el cine,... nos hemos expuesto demasiado.

    Pero el grueso del ejército no actúa así, los "jovenzanos " que vamos llegando a esta situación, buscan escapar de ese delirio y no aguantan ni cinco minutos en la fila para comprar una lechuga, quieren vivir fuera de la norma y en libertad.

     .... otras cosas que te aturden...

    Y te vuelves rebelde,... y exigente,... y luchas contra la monotonía,... solo tomas de la televisión lo que te dice algo,... te cansa. Lo bueno es tomar tus armas de guerra y refugiarte en tus aficiones para ir tirando en medio de estas costumbres,... una situación, que si la sabes organizar bien, da sus frutos...

   Y tienes que continuar " viviendo sin mi ",... el virus arrecia y te colocas de frente a tu destino, y piensas, la naturaleza hará lo que tenga que hacer si tu no tomas precauciones,... y vives entre los miedos y las noticias que no levantan cabeza,... la atención médica se complica,... ¡ horror !,... ¡ qué será esto mozé !,... 

    Y encima de todo esto, querrías que todo el mundo viviera envuelto con el lienzo de la virtud y la tranquilidad, pero no lo consigues, ves que la incultura golpea a la sociedad y hace que todo sea más agreste,... por si no tuviéramos suficiente,...

    .... algo a nuestro favor....

    Para ir tirando para adelante, los del pelo blanco nos merecemos, que en la subasta del mercadillo, pujen más alto por nosotros, que aunque nos fallen las fuerzas, cierta sapiencia hemos acumulado para ayudar al desorientado.

     Este es el sino, estar pendiente de todo, el vivir sin mi, es lo que nos toca para ir tirando.


     Chavierín. 

     

2 comentarios:

  1. Profundas reflexiones las que nos traes hoy.

    El paralelismo de algunas situaciones con los poemas de Santa Teresa; la importancia de la cortesía y los buenos modales; la lucidez mental de una gran mayoría de las personas mayores; los estereotipos sociales acerca de la senectud; el impacto del coronavirus en nuestras pautas habituales de convivencia, etc.

    Son consideraciones muy válidas y necesarias. En estos tiempos de tanto estrapalucio, se agradece leer estos pensamientos pausados y serenos.
    Y como la vertiente psicológica siempre me ha gustado, aplaudo tu iniciativa. Sólo comunicando nuestros estados internos podemos llegar a entendernos mejor.

    Un abrazo

    JL

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  2. Sabías palabras, José Luis, muchas gracias.

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