jueves, 13 de julio de 2023

SOBREVIVIENDO EN LA NOCHE


      " ME  PREGUNTARON  CÓMO  VIVIA  ME  PREGUNTARON, SOBREVIVIENDO  DIJE   SOBREVIVIENDO,   

TENGO  UN POEMA  ESCRITO  MAS  DE  MIL VECES  EN  EL REPITO  SIEMPRE  QUE  MIENTRAS  ALGUIEN  PROPONGA  ENGAÑOS  Y  TRISTEZAS ".... de un poema de Víctor Heredia.

    Cuando uno se despierta en horas intempestivas porque el regulador del descanso no responde bien, se presentan en la habitación los acontecimientos diarios desfilando en  mi cabeza uno detrás de otro. Si estás incomodado con alguno por el enfado, el coger el sueño se convierte en labor complicada, porque la pesadumbre descentra la mente y ahuyenta la paz, y entonces, eliges los momentos de sosiego en los que, recordando, eres feliz.

     Hace unos días mi hermano me envió unas instantáneas del Corral de Ubio en su estado actual. Con el móvil me fue mostrando los campos de lo que fue la barranquera, en tiempos un precioso vergel de regadío con mucha variedad de frutas, y una huerta que surtía la hacienda en abundancia. Hoy eso ha desaparecido, solo queda la eterna noguera como testigo de aquellos años y el pozo del barranco que sigue activo cuando las lluvias lo quieren mantener. Cuando veo estas imágenes tengo que reconocer que el golpe emocional es fuerte,... allí fui muy feliz.

     ... y allí me voy a dormir ....

     Cuando el sueño se hace complicado suelo echar la manta al lado de la chopera del barranco, o en la sombra de la noguera,... tranquilo, relajado en mi mundo especial,... o también la suelo echar en la tierra fértil de las almendreras del Corral de Jalma,... solas, entre unos peñascos y coscojos,... o en medio del campo de espliego,... maravilloso, cerca del Corral del Huerto de la Luna. También habilito mi descanso en una antigua cueva con pared de piedra que en tiempos fue lugar de cría de los perros de caza,... o en el antiguo pajar, donde mi abuelo Luís se echaba la siesta junto al rebaño de las esquilas. 

     Reconozco que ese mundo me envuelve y me relaja y me acerca al sueño,... igual que cuando recuerdo momentos agradables con el piano y la guitarra, porque ese día he estado acertado,... o cuando repaso los artículos que he escrito,... allí tengo un filón de satisfacción, memorizando y recreando. Con todo esto aparece el hormigueo en las piernas del sueño.

     En mi baratillo emocional solo escojo lo bueno para sobrevivir, como cuando consigo que alguna planta del huerto retome la vida, porque si me meto en los campos del enfado y la indignación, todo cambia,... eso no es vida y abunda mucho estos días.

      También torna mi sueño, recordando las chanzas y ocurrencias de mi nieto Mateo,... nos da mucha vida.

      Cuando uno se va haciendo mayor,... y busca la paz.

       Chavierín.

      

2 comentarios:

  1. Estupendo, Javier. Me encanta tu método para conciliar el sueño.
    Cada uno buscamos estrategias para afrontar las pequeñas crisis y los desasosiegos. Lo importante -y lo útil- es descubrir y poner en práctica aquello que nos tranquiliza y nos relaja.
    Y te doy la razón que no puede uno estar constantemente inmerso en el mundo del enfafo y la indignación.
    Hay muchas cosas en la vida que nos proporcionan grandes satisfacciones (o pequeñas, qué más da) y con esas apoyaturas hay que contar cuando vienen días de zozobra e inquietud.
    Una de ellas (coincido contigo) consiste en el simple hecho de escribir. A través de la escritura nos volcamos en la reflexión y nos abrimos a los demás. Eso siempre es terapéutico.
    Así que habrá que alternar. Una o dos de cal y otra de arena. No hay que perder de vista la realidad de lo que pasa en el país pero también hay que tener en cuenta que -al igual que sucede en el mundo cuántico- la realidad no es objetiva y presenta muchas vertientes y múltiples enfoques.
    Me ha gustado la entrada de esta semana precisamente por su originalidad.
    ¡Saludos veraniegos!

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  2. Saludos José Luis, agradezco tus palabras.

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