domingo, 6 de mayo de 2012

LA PRIMAVERA,.... de Claude Monet



 ¡¡¡ Me rebelo !!!,... las flautas y soniquetes de todos los días de cabecera de prensa, de expectativas negras, están agotando mi ánimo.

Nos dicen que para estar en orden y no sufrir, tenemos que ir atados de la mano con un cordelino de suspiros e indignación, pero hoy,... me rebelo,... no quiero saber nada, porque me voy a celebrar la primavera con el pintor del día claro, el del cielo y las brisas. Quiero ir con él,  llevándole sus lienzos en la carretilla,... despacio, porque se detiene y observa.

Estamos en la Riviera francesa y tenemos que prestar atención, porque la explosión de color de las flores y de las brisas marinas, nos lo ponen difícil para elegir el mejor lugar y poder disfrutar de esa obra mágica que encandilará a la humanidad.
Marcando los tiempos de luz,... cadencioso, finaliza el cuadro, e impresionado, me inclino con el debido respeto y me despido del pintor de la natura.

Hace años, a mor de los entretenimientos y aficiones que cada ser viviente tiene, empecé a interesarme por la vida y obra del pintor francés J. Claude Monet.
Sensación grata al conocer su extensa obra, su empeño y su esfuerzo por intentar instalar en la sociedad francesa su visión particular de la pintura dejando de lado el hiperrealismo y el costumbrismo, plasmando en el lienzo la primera impresión, que es la que queda en la retina,..." entorna los ojos hacia algún lugar concreto y verás los fundamentos de su pintura ".

En estos años he viajado mucho con el Sr. Monet, a veces acompañado del amigo Renoir y Cézanne,  paseando por la campiña y pasando buenos momentos con su obra en el estudio.
He andado por las costas de la Bretaña, luchando con el aire y el mal tiempo. Por la orilla del Sena buscando instantáneas de niebla y poca luz,... por la Venecia milenaria viviendo en el palacio Contarini,... pero donde más he disfrutado ha sido en Argenteuil, en el amapolarium, y en Giberny, cerca de París, en su casa de campo, rodeado del color primaveral que proyectan las miles de plantas lagunarias,... jardines que son el santa-santorum de su obra.
Lugar de luz y contrastes, expresión de las flores, delicadeza y mimos del autor con sus cuadros sin cielo,... solos, con reflejos de paz y armonía, los famosos nenúfares que se mantienen en el tiempo y en las pequeñas academias de imitación, flotando en las aguas y luchando por sobrevivir entre las enredaderas,... así he convivido con el pintor y su obra, imitando, en pequeño, alguna obra puntual, pero que me da la posibilidad de contemplarla,... parfois, desde el diván de mi casa.

Chavierín, chaque primevère, acude al parque del agua de Saragosse, a los remansos, a recibir a los nenúfares, siguiendo el proceso desde el principio,... como es de ley, porque tienen algo especial, flores que sobreviven haciendo un guiño a la naturaleza con porte y orgullo, remansos de paz que nos marcan los tiempos y nos dicen que la vida también es contemplación.

De vez en cuando es conveniente bajar a los mundos de las sensibilidades, de manejar la imaginación, abstraerte, y atrapar las maravillas que el hombre y la naturaleza construye.

Agradecido.

     Chavierín.









1 comentario:

  1. Desde luego, no existiría una vía mejor para alumbrar sensibilidades que el acompañamiento empático con el pintor de los tonos claros y alegres composiciones. Y si la visualización de su obra la realizamos al son de la música vivaldiana, pues ¡primavera perfecta!

    No me cabe duda de que, efectivamente, has compartido con estos grandes maestros de la pintura jornadas, afanes y animadas veladas a la luz de titilantes lámparas. Sé de tu capacidad para imaginar, para volar y posarte en el paraje que deseas en el momento que tú quieras. Siempre te ha acompañado el don de la imaginación y la sensibilidad. Por tanto es para tí un refresco trasladarte a la campiña francesa, a Venecia, a orillas del Sena o a dondequiera que te plazca.

    Sigamos viajando, amigo, a nuestros destinos preferidos con el mejor de los medios de trasporte: la imaginación. Los destinos nunca se acaban. El disfrute es ilimitado.

    Un abrazo cordial

    José Luis

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