Los sonidos de las casetas de la plaza del Olmo se mezclaban con el perfume a tortas de casa Cortés.
El callejón estrecho era el comunicador entre las plazas, y el que marcaba la raya entre la iglesia y el pueblo, con vigilante nocturno, colonizador de los veranos,... en la torre, la lechuza mágica que nos mandaba callar a los habitantes de la plaza.
Estos días estaba enfadada y fuera de sí, no llevaba bien el jolgorio de las casetas de perdigón,... de copicas de anís para el labrador,... de algodón dulce,....de martillicos de caramelo. El sonido repetitivo de las canciones de Manolo Escobar en el carrusel de la plaza, le alteraba y no comprendía que era la fiesta de después de la cosecha. De testigos estaban, el olmo centenario y unos nombres escritos en la pared.
El carrusel giraba, impertérrito, de derecha a izquierda, mientras el jovencillo vecindario dudaba en qué sitio montarse,... en el ciervo,... en el caballo de Luky Lou,...
Nos llegaban entretenimientos de aventureros,... churreros, y el fotógrafo de siempre, el que sin querer se convirtió en el recopilador de momentos de la gente del pueblo.
El carrusel nos marcaba los tiempos,... en la infancia con la alegría,... de cuando los bolsillos iban llenos de canicas y chapines.
Y dejo este pequeño relato de normalidad de vida emocional y vuelvo a la exposición rutinaria de lo que sobrevuela en el ambiente, de lo que nos envilece, de esta marasma agotadora, y,... ¡ todo !, para poder interpretar.
En esta era del Señor, la monotonía nos marca la actualidad, las incertidumbres, los tratos de pensamiento, de aferes,... las jodidas puestas en escena, protocolarias, con los mismos actores, insulsos trompeteros e informadores interesados.
Todo languidece en el tiempo y sin capacidad para presentar soluciones,... todo es un eterno carrusel, donde no se ultima nada y donde todo se resume en dar vueltas y más vueltas a la actualidad, y es que, después de cuatro años, vemos cómo todo sigue igual,... el político de "urgencias " no existe.
El político actual es especialista en no tener prisa, en no alterarse por nada y en no perder su calidad de vida,... sueldo,... salario,... estatus,... y pasando así, de los problemas de la población.
La prensa sigue asombrada,... denunciando, explicando, organizando mesas redondas y consultas a especialistas,... pero no vemos fumatas blancas y todo es alargar y alargar para conseguir unas buenas audiencias para su patrón.
La gran banca que acaba de salir del chaparrón, sin apenas secarse el agua, sigue indeleble en su juego especulador y justiciero,... ¡ les daremos más fortunas para que los empleados de gama alta, diluciden qué cachorrillos siguen en el juego !.
Los sindicatos han dejado pasar el tiempo sin reflexionar, siguen sin llegar al ciudadano y sin mandar el mensaje moderno de implicación del trabajador con el futuro de la empresa,... siguen muy acomodados, sin ingenio.
Tenemos un parlamento de adorno,... de paripé, donde las comisiones para descubrir la verdad de las cosas y encontrar culpables son pocos serias,... diríamos que se protegen entre ellos,... un caso,... otro,... y otro más.
Chavierín quiere dibujar esta conducta con las noticias que se repiten todos los días,... el eterno carrusel que da vueltas y más vueltas, siguiendo un camino de nada.
Chavierín.
El carrusel de la Plaza del Olmo es como el carrusel de la propia vida: todo gira y gira, todos damos vueltas y más vueltas para llegar de nuevo al mismo lugar: al deseo de sentirnos queridos, que nos hagan caso, que nos presten atención. De sentir que importamos a los demás y que los demás se interesan por nosotros. El carrusel de la vida, amigo Javier, pone a cada uno en su lugar: tanto como hayamos dado a los demás, recibiremos de ellos. Tanto como nos sintamos con nosotros mismos, transmitiremos a los demás. En función de la alegría que despleguemos, nuestro entorno será más o menos rico en alegrías.
ResponderEliminarLa metáfora del carrusel da mucho juego. Has tenido una gran idea al sacarlo a relucir y, como siempre, has sabido implementarlo entre el mundo de tus recuerdos y la agitada tensión social que recorre el país. Enhorabuena, de nuevo por tu nuevo logro literario.
Un abrazo. José Luis
Preciosa reflexión, amigo José Luís, aprender para valorar la convivencia con las personas que convivimos. Altura de miras, tiene utd.Un saludo de Javier.
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