CON LA VENIA, Sr......Rajoy

     Cuando las sombras de la indecencia campan a sus anchas por la carrera de San Jerónimo, no esperemos convencimientos puntuales de que lo que han hecho a van hacer tenga mucho fundamento, porque en su día, los filtros de conducta que dictó la constitución no fueron tomados en cuenta y por eso les falta credibilidad.

     Y si cogemos el flautín y las panderetas del pueblo, podremos deducir con claridad, que por la cantidad de acusaciones en la que están inmersos estos gobernantes no son trigo limpio.

    ..... cantaban los nómadas de las evidencias.....

    Y es que de verdad, ¿ cómo  es posible que convezca  al pueblo con sus promesas un gobierno que está acuciado y marcado con oscuras tramas de corrupción y compadreo ? y ¿ cómo puede una oposición mayoritaria recriminar conductas si su espaldero también lleva agujeros de grillete ?
     Y es que, pasado el tiempo, en este país,  nos pasa factura el abandono,... la dejadez, el no haber cortado a tiempo los desmanes cuando el juez señalaba con el dedo ciertos casos de corrupción.
     Así pues, nos encontramos en esencia, con un gobierno ilegítimo, fuera de la pureza establecida, que nos quiere hacer creer y aconsejar maneras de hacer las cosas cuando él no ha sido ejemplo de nada,...con mala conducta, con intereses malvados para destruir la sanidad, la educación, y especialista en vender el patrimonio y difuminar el bienestar social.

     Con esta tesitura de prepotencia no esperemos buen rollo, esperemos sólo, despotismo y mala sombra, porque cuando a un indecente se le descubre sus intenciones, con la verdad, sus salidas de tono suelen ser agresivas.

     Los nuevos políticos, los que llevan la contraria con dosis de razón y reflexión, sobre la verdadera situación del país, son los que les están diciendo que este no es su sitio, que abandonen, porque han faltado el respeto a los ciudadanos.
    
..... Y porqué Chavierín habla así....

     Porque añora esa democracia limpia,... quizá de cuento, esa que, a la mayor sospecha de corrupción, la justicia pudiera disolver de forma fulminante a los gobiernos.

     Tenemos el congreso lleno de rapaciellos despeinados, ajados,...  repetitivos,.... asentados, sin capacidad de respuesta, que se ven acuciados por una nueva forma de pensar y a la que no saben hacer frente.

     La razón pide paso,  Presidente, porque en este país, la gente tiene un alto poder cultural y no perdona las mofas y abusos.

     Chavierín