Los brillos alardean de irisación mostrando los tonos de plata de las aguas inquietas del río Baztán, mientras, el duende escondido en el arbolario, lanza pelusas de hoja amarilla, recordándole al estudiante de ayer, que aunque tu no has estado en estos últimos años, la vida en el valle sigue igual,... cadenciosa,... mágica, dejando en el recuerdo esas imágenes de barbas blancas de colegios de internado, que de vez en cuando te visitan.
.... esa foto mágica la hizo ayer Chavierín ....
.... " nada está y todo es "....
Me hacía ilusión,... después de tantos años tenía ganas de volver para saludar y sentir a los duendes del valle,... a los de la lluvia y el misterio, a los que viven en la frondosidad del bosque, a los de la tranquilidad, y también para visitar la senda del lugar de estudio y formación,... pero ahí,... no había nada, sólo queda el buzón emocionado que guarda los recuerdos de aquellos estudiantes.
... ¡No queda nada !,... ¡ Estamos solos, merodeando por el lugar !,... ¡ Esperando que alguien de aquel recreo venga para jugar con él !,... los duendecillos de antaño...
Ahora viven entre las casas de nueva construcción porque es su misión, guardando los gritos de entonces, contrariados por el paso del tiempo, y sin asimilar que todo cambia, y que los centros de internado han perdido su función.
Los estudiantes de esa época, los de los italianos, los de Lecároz,... una vez ahí, nos quedamos desencantados porque no podemos contemplar los centros de entonces,... no existen,... sólo se mantienen, menos mal, en los archivos de nuestra juventud.
Pero es igual,... vuelvo encantado a visitar las praderas de ese valle tan lleno de duende,... su río,... sus caserios,... sus calles de carruaje e historia,... y a esas personas de pelo blanco que vivieron y disfrutaron también de aquellos tiempos.
"Ramas que me atrapan el pantalón "
"Hojas que se vandean al viento delante de mí "
"Brisas del caserío que nos dicen que nada se acaba "
"me saludan,... saben que me voy "....
Emocionado se va este duendecillo, que un día fue uno más del colegio de los italianos y que cada cierto tiempo aparece por ahí siguiendo el encanto de esa época.
Que le voy hacer
Chavierín,...
Agradezco y doy las gracias a mi cuñado Nanín por la ilusión demostrada en este viaje al valle de Baztán.
Estoy seguro que lo has pasado de maravilla, recordando tiempos pretéritos, saboreando uno a uno tus mejores recuerdos.
ResponderEliminarLa impronta de esos venturosos años siempre te acompañará.
Me alegro de que hayas realizado el viaje y hayas disfrutado de lo lindo. A buen seguro los duendecillos también agradecieron tu visita. Ya sabes, el tiempo pasa para nosotros pero no discurre igual para ellos.
Bien hecho volver a los orígenes. Un abrazo. José Luis
Doy fe que fue un viaje en familia maravilloso. En busca de colegios...muchos colegios. Encantados de poder disfrutar del pueblo de Elizondo, de su gente, sus rincones y sobre todo de la ilusión con la que ibas. Seguro que nos quedan muchos viajes como este.
ResponderEliminarTu sobri.
Gracias a ti, Javier, por enseñarnos los lugares de tu infancia.
ResponderEliminarPero donde está aquel título que decía:
Esas cosas bellas.
Gracias Javier